sábado, 31 de julio de 2010

REFRESCARSE EN AQUELLOS VERANOS DE ANTAÑO.( ALGUNOS RECUERDOS, 8 ªPARTE)

Era terminar la serie de moda; bien fuera el “Super Héroe Americano” o el “Coche Fantástico”; y salíamos corriendo a la piscina. Esa era la mejor manera de refrescarte.
Alguna vez, quizás como castigo a “las notas” o a alguna travesurilla, el carnet de la piscina había sido “confiscado” por la autoridad competente; osea, tu madre; y entonces rara era la tarde que no ibas a pescar al “Zumajo”…
“Niño, ¿Con esta calor te vas a pescar?; interrogaba sutilmente tu madre, cual agente doble de la CIA.
“Claro Mamá, es que cuando mas pican es ahora. Es por la temperatura del agua… Si lo dice hasta la enciclopedia que me comprastes…”; replicabas tú con una actitud de seguridad que daba más credibilidad a tus palabras.
“No se te vaya a ocurrir bañarte, que hay pozos que te “chupan pa dentro”; te decía ella con la cara de circunstancias que tanto conocías. evitabas reírte, por aquello de que volara alguna mano y te quedaras sin Zumajo, además de sin piscina; y pensabas lo de siempre:
“Si, pozos viejos que te succionan al fondo….ya, claro… y en el Monte de las Tres Águilas hay una manada de perros rabiosos… Y es que, nuestros preocupados progenitores no se daban cuenta de que aquellas advertencias no hacían más que incrementar nuestras ansias por violar la prohibición y lanzarnos a la aventura.

Pero bueno, vamos a lo que íbamos. Otra manera de refrescarse era los helados; y entre ellos, siempre recordare los siguientes:
En primer lugar; y sin duda los mejores; los helados de corte que mi abuela Faustina me compraba en “la Rafaela”…ooooohhhh; mmmmmmm, eran de otro mundo.
Pero los niños de antes no queríamos ni La Menorquina, Royne, Camy o Miko, no, el rey era FRIGO; Y dentro de aquel mítico cartel ( que creo recordar ya hemos visto por aquí), yo destacaría algunos tanto por buenos como por malos:


El POPEYE era la base de la cultura ‘polera’. Un helado de puro hielo. El de naranja era claramente mejor, mientras que el de Limon era condenado al ostracismo. Un producto simple pero siempre tenias la duda si vendría acompañado de una capa de escarcha debido a la congelación-descongelacion típica de una época donde la salmonela poco importaba y la no interrupción de la cadena de frio menos todavía.
Todos recordamos los popeyes y decimos aquello de “¡Que ricos!” ¿Ricos? Si, ricos porque eran lo más baratos, que si noooooooo...


¿Tú recuerdas a que demonios sabia este helado?; Yo creo que ni ellos mismos estaban seguros de lo que habían inventado, y por eso el frigurón maldito pronto paso a mejor vida. Yo creo que más de uno lo probamos solo por ponernos la lengua azul y hacer de “pitufo tontín” un rato.

El lado oscuro del cartel de los helados era, sin duda, el exquisito DRACULA:



Pasan los veranos y se resiste a caer de la cartelera. Debe ser el más veterano de todos y ha hecho sucumbir a grandes mitos como el frigurón, el frigopie, el colajet o el mikolápiz. Está claro, el Drácula de Frigo se ha hecho inmortal y podremos decirles a nuestros hijos que fue gracias a nosotros. Que levante la mano quién no lo haya probado nunca.
Cuando salió el siguiente helado nos reíamos, porque pensábamos que tendría “sabor a queso”…



La primera vez que se probaba el frigopie, se procuraba hacerlo con “testigos”; y se alcanzaba el “éxtasis” al degustar aquella cremosidad que hacía que te transportases a mundos mágicos.
Curiosamente, el frigopie ha sido nombrado “El Mejor Helado de la Historia” en INTERNET; pero claro, eso es cuestión de gustos, porqué para mí el mejor, sin duda, era el olvidado y denostado CHOCBANA, del cual no he podido encontrar ni una triste foto…ainsssss.
También deberíamos recordar el helado o polo que fue el precursor del FRIGOPIE y que propicio mas de una broma:



Con la forma de una mano con un dedo señalando al cielo, el Frigo Dedo se convirtió rápidamente en uno de los helados más míticos de Frigo ; que era el único helado que conseguíamos hacer desaparecer después de “exprimirle” todo su color y sabor. Recordad por un momento la cara de aquel hermano o primo la primera vez que iba a probar el frigodedojajajaja

Aunque si el dedo y el pie de FRIGO dio pie a bromas infantiles; los siguientes helados hacían, cuanto menos, disparar la imaginación de más de uno cuando miraba a “la platónico de turno” disfrutar de “tan refrescante experiencia”. Osea, os hablo de:



Reconozcamoslo, el proceso de ingestión de un Twister era cuanto menos embarazoso para el usuario en cuestión. Las churrupadas daban pie a todo tipo de comparaciones que hacían que la “experiencia TWISTER” algo que rozaba lo cruel. ¿ O tu no le has dicho nada al que estaba comiendo este helado a tu lado?...Ah, bueno, creía…
Lo mismo ocurría con el CALIPPO, pero su otra peculiaridad era que costaba entre 8 y 11 “duros” (aunque en la foto veais a 14 durillosel Twister.)

Podríamos hacer una interminable lista de colores y sabores, pues nos dejaremos en el tintero al CAPITAN COLA, a la COPA BRASIL; a los MINI MILK, a los almendrados y bombones, y a otros muchos de otras marcas, como el “fantasmiko, el cola Jet, el miko lápiz (por cierto hace unos días me comí uno por obra y gracia de mi hijo); y tantos otros helados y polos, haciendo mención especial a “los flanes o flash” de toda la vida que comprabamos en los kioskos, deseando probar los nuevos sabores que salían ese año, aunque el de fresa y el de cola eran los mas demandados.
Pero si algo refresco aquellas veraniegas tardes de nuestra infancia fue, sin temor a equivocarnos, un diabólico invento… )¡¡¡EL TANG!!!



Dios Mio: ¿ de que estaba hecho aquello?. Para empezar, parecía más bien una medicina que otra cosa, y yo creo que nuestras abnegadas madres nos lo compraban mas que nada por hacerse de las jarras que traían de promoción.
Pero, dime la verdad, eso lo pensamos ahora, porque de críos estábamos deseando, a pesar del deprimente anuncio de TV



Seguro que tu recuerdas algo más que a mi se me escapa o que omito por no "eternizar" el post... ¿A que sí ?
Por ultimo, me sumo a una reflexión muy realista sobre el cartel de los helados:

Fase 1: Entre los 5 y los 12 años consumimos exclusivamente polos de hielo (Popeyes) debido a nuestra escasa liquidez fiscal.

Fase 2: Entre los 12 y los 20 nuestra paga aumenta, y ello nos permite movernos a la parte media de la tabla, con breves destellos de lujo chocolatástico estilo SuperChoc.

Fase 3: Entre los 20 y los 30 el lujo nos ciega. Magnums y Cornettos son comprados sin apenas pestañear.

Fase 4: A partir de los 30 años, mileuristas hasta la médula y con un hipotecón de tres pares de pelotas no tenemos ni para pipas. Volvemos de nuevo al frío hielo del Popeye.

Probablemente muchos de vosotros estéis en la fase 3, disfrutando de la vida heladera en plan Rockefeller. Pero no os emocionéis, malditos bastardos derrochadores... pronto os tocará volver a la fase embrionaria y no volveréis a catar el chocolate del Mágnum en vuestra vida!!
Ea, que haya alivio...

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