lunes, 24 de septiembre de 2018

UN AÑO MAS, POR FAVOR...

De nuevo este año, nuestra Hermandad, y su Junta de Gobierno, a tenido a bien el incluir un texto mio en el programa que anuncia las Fiestas de Nuestra Virgen del Rosario. Como me consta que ya se esta recibiendo dicho programa en vuestras casas; comparto con vosotr@s el mencionado escrito, esperando y deseando que sea de vuestro agrado.

¿Recuerdas; Madre?... Fue hace 26 Otoños… ¡Como ha pasado el tiempo!.
 
Aquella madrugada te ví en lo alto de unos hombros que yo conocía. Aquella madrugada me deje llevar por el mágico misterio que se anidaba en mi corazón casi sin darme cuenta; poco a poco, sin violencia alguna; ganando cada centímetro del mismo con la dulzura que de tus ojos emanaba.
 
Yo estaba absorto, con los ojos clavados en aquellos pies que te llevaban; con la emoción de quien descubre la verdad por vez primera; intuyendo una oración en cada paso, a cada mecida. Y ocurrió lo inevitable; Madre; y levanté mi mirada para posarla en tu cara…
 
Y el alba se detuvo; la noche se negó a rendirse; y mientras el corazón se agitaba con el compás de una campana y el alma se serenaba con las notas de un violín; pude oír la voz de tu hijo; Madre:
-“Es él, Madre. Dile que venga; dile que aquí tiene su sitio esperándole”
Sin saber muy bien si lo que estaba sintiendo era realidad, o era un sueño; o era esta adormecida imaginación mía que a veces se dispara; tan solo acerté a decir:
 
-“El año que viene yo estaré allí abajo; a tus plantas”…
 
Y sin temor a que me tachen de loco, juro que te ví sonreir; Madre; y que te escuche, cuando mirabas ya a la avenida que ahora lleva tu nombre y me susurrabas: “Lo sé; y te espero”.
 
¿Recuerdas Madre?... Al año siguiente; hace ahora 25; me puse a tus plantas por vez primera para ser tus pies.
 
Los que me acogieron y me ayudaron para ser uno más; me daban ánimos y trataban de calmar al nuevo costalero. Recuerdo a mi amigo Enrique, grabadora en mano; pretendiendo hacerme una entrevista para Riotinto Radio mientras La Esquila sonaba ya en la puerta del templo…. Imposible hablar… La emoción venció a los nervios momentos antes de emprender un viaje que dura ya 25 años.
 
¿Sabes Madre?; he tenido mucha suerte de poder ser y estar todo este tiempo. Han cambiado algunas caras; el destino nos ha impuesto algunas ausencias muy dolorosas; algunas veces se nota que ya se peinan canas… Pero hay algo que no ha cambiado; hay algo que sigue manteniéndose todo este tiempo.
 
Madre Mía del Rosario; tú ya sabes a que me refiero. Te hablo de tus “Angeles Costaleros” y su AMOR para contigo… Te hablo de algo que he aprendido, que he sentido, que visto año tras año en estos 25 otoños.
 
Esa oración convertida en suave mecida; ese tenso pero calmado mar de camisas blancas; ese saber hacer de unos y esas ganas renovadas de otros.
 
También te hablo de quienes te cuidan, de aquellos cuyos desvelos son que cada año todo salga como mereces y para ello no escatiman esfuerzos meses tras meses; aquellos con los que también quisístes que aprendiera durante un tiempo.
 
Te hablo; Madre; de esas voces y de esos instrumentos, que nos llevan a tu lado cada año, fieles a la cita con el amor del hijo a la MADRE, fieles al deber que nos impusieron nuestros mayores…
Podría contarte mil historias; Madre; mil anécdotas que tu ya conoces; pero nada de esto tendría sentido sin ti; Virgen del Rosario; pues eres el espejo donde tu pueblo quiere mirarse; la fuente donde tus hijos quieren calmar su sed.
 
¡Como ha pasado el tiempo!...¿Verdad, Madre?
 
Mi alma guarda esos momentos que tú y yo hemos compartido; esos momentos en los que suplicaba la protección de tu manto; esos momentos que entre TÚ y yo quedan para siempre y que considero parte de mi vida y de mi propia historia, algunos de ellos recogidos en imágenes año tras año…
 
Pero quiero terminar; MADRE; agradeciéndote esos otros momentos que no se ven; los que se sienten y se viven en silencio… ¿A que ya sabes a que momentos me refiero; Madre mía?; Si, son esos momentos que van dándole forma a un libro que nunca se editará, esos pequeños detalles que se son de tu agrado, quizás porque pasan desapercibidos para la mayoría; pero que a los protagonistas llena de esperanza, de alegría…. Ya sabes, Madre, que hablo de cosas sencillas y simples; actos que se visten de silencio; momentos en los que no hace falta articular palabra; ¡¡¡ Situaciones en las que estas tan presente, Madre del Rosario !!!
 
Tú ya lo sabes; bálsamo y consuelo; aunque quizás le extrañe a propios y extraños; de estos 25 Otoños me quedo con esos momentos antes que con otros más “llamativos”; y recuerdo a esa persona que te mira con lágrimas en los ojos y se acerca al costalero para decirle “Gracias”; porque ordenastes parar en la puerta del familiar enfermo; y me quedo con esa mano temblorosa y cansada por la lucha contra una enfermedad, que recoge esa flor que segundos antes embellecía tu trono mientras veo en sus ojos un agradecimiento descomunal… “Daselas a ELLA”,- le digo…
 
Me resulta imposible plasmar tantos momentos vividos a lo largo del este cuarto de siglo; pero TÚ sabes bien a los que quiero referirme, ¿verdad, MADRE?. Si, son todos esos en los que estás presente; esos en los que tuve un papel de testigo directo; todos esos que tuvieron protagonistas ánonimos y que no veremos en las fotos; aunque bien sabemos TÚ y yo que alguna se hizo…
 
Por TI, MADRE; y por tod@s ell@s; han merecido la pena los 25 otoños de camisa blanca y cordón rojo; 25 páginas de oro en el libro de mi vida…
 
Como ha pasado el tiempo, ¿verdad, MADRE?.
Solo me queda pedirte; Virgen del Rosario; que escuches a quien te llama; que seas de nuevo su bálsamo y consuelo…y para mí… para mí solo te pido un año más; por favor…
 
 

JULIA SE HACE INMORTAL...

Que la llama de tu recuerdo no se apague y que tus acciones perduren en el tiempo, digo yo que sería ( o mejor dicho, es) una manera de ser "inmortal".... Y ese es el camino que lleva ya nuestra admirada Julia Rufo.
Imagino que recordareis la historia de Julia Rufo Alcaide; y si no es así, podeis refrescar la memoria pinchando en la foto de Julia para leer aquello que publicamos en El Atico allá por el 2011 que llevaba por titulo:" Una mano amiga en el cementerio de Nerva"...


Nerva; Riotinto; Higuera de la Sierra y El Campillo son las localidades donde Carmelo Rufo ha presentado; hasta ahora; el libro NUNCA FALTARON FLORES, donde, como ya sabeis, se narra la historia vital de su abuela, una heroína valiente que se enfrentó a las dificultades sola; una pequeña gran mujer que arriesgaba su vida en favor de los demás...
Podeis leer las distintas crónicas de las presentaciones que ha publicado TINTO NOTICIAS pinchando en la foto de la portada del libro...
 
https://tintonoticias.com/tag/carmelo-rufo/
 
 

Orgullosa está Julia de que Carmelo y el resto de la familia no solo no  la olvide; si no que también la recuerde de esta forma tan especial; que la recuerden dando a conocer a tod@s de esta manera tan especial....
Sin duda, Julia Rufo se hace inmortal....