FOTO DE TAGUIRRIBA
Hoy andaremos más pausadamente y no con el más apresurado caminar a mi gusto que habitualmente acompaso, mentalmente, con el himno de La Legión. Y, ¿es que sabes, Soledad?. En este parque de Pradolongo en el que ya es auténtica primavera, -sin anticiparse, como ladinamente hace El Corte Inglés- encontraron a una pobre mujer asesinada el pasado lunes, según los periódicos. Estos de la prensa lo saben casi todo y por eso, la gente algo envidiosilla, les llama: “La canallesca”.
Sería más acertado aplicar el calificativo, a quien o quienes segaron la vida de una semejante, ampliándolo con otros mucho más peyorativos. Así que, sin olvidar el “asunto”, creo conveniente seguir con paso más lento, no vaya a ser que alguien de la policía ande husmeando y escrutando a todo quisque y nos dé el Alto, por parecerle nuestra cara y prisas motivo de sospechas. A veces, tu mejor que nadie me conoces y, la faz, no muy agraciada ya, se me transforma cuando veo o leo cosas que ¡la verdad, Sole¡ me irritan. Menos mal, que con los años, la tolerancia se va supeditando a lo inevitable y, hasta para eludir el subidón de la bilirrubina esa, procuro mimetizar lo que otros hacen: ser mudo, ser sordo, ser ciego pero… ¡se hace tan difícil¡ ¿verdad, compañera?.Pero a lo que íbamos. ¡Figúrate, si en uno de esos momentos me dan el Alto¡..!Puff¡.
Bien sé que, como fiel y leal amante nunca me dejarás, pues mi sombra eres hasta que agotados los tiempos, ambos nos abandonemos. Eso sí, lo haremos civilizadamente y de mutuo acuerdo. Infinidad de ejemplos tenemos para imitar. Escaparates haylos, desde la Almudena hasta La Dehesa
A fin de compensar tu constancia, voy a confesarte hoy –aunque no goces de la prerrogativa de la absolución- algo que tengo para mí y deseo compartir sólo contigo.
En serio, yo no creo que la prensa de este país y, concretamente de nuestra provincia, se comporte de forma canallesca. Contrariamente si no fuese por medios escritos como “Huelva Información” poco o nada habríamos conocido, -los que algo lejos andamos-, pero a quienes suscitan interés, los sinsabores y malos ratos que pasaron, hace pocos años, los mineros de Rio Tinto. Tampoco sabríamos de la preocupante situación por la que atraviesan los terrenos cercanos a la capital con el tema de los fosfoyesos; las siempre interminables y dudosas gestiones para la apertura de la Mina; el estado de progresiva inundación que se da en Corta Atalaya; el ejemplar nombramiento de un inglés oriundo de RT como Onubense del año; la desaparición a que está abocado el Cementerio protestante del mismo lugar y, tantas, tantas noticias que con información veraz y desinteresada nos instruyen haciéndonos alegrar ó entristecer, según contenido.
Ten bien reservada la creencia que te transmito, porque la trascendencia que tiene hacerla “urbi et orbe”, seguro hay quien la rebate y, sinceramente, no deseo se ponga en solfa a quienes prestan un servicio informativo difícil de obtener de otra manera. Por eso de que el silencio contribuye a una conveniente opacidad en determinados asuntos.¿Me explico?
Repara en el fuerte viento que nos acompaña hoy jugueteando contigo y, haciendo que tu liviana silueta se mueva de alocada manera, tal como hace con las noticias de nuestra tierra minera, ¡barriéndolas¡, –para complacencia de acomodaticias conciencias- no dejándolas permanecer en mente y evitando arraiguen en cabeza alguna la posibilidad de sencillas soluciones.
¡Tranquilas¡. Permanezcan tranquilas incordiadas conciencias de quienes, tan solo con cumplir con lo que de su cargo, a cualquier nivel político y social se espera, e incluso aquellos que sin detentarlo pudieron ser clave para presionar a los tales y a tiempo no reaccionaron, les llegaran potentes aires desde los cuatro puntos cardinales, que no aventarán con ellos su mutismo, sordera y ceguera, pero sobre todo, sigan durmiendo sosegadamente y llamando “canallas” a quienes les perturben hurgando en problemas reales, algunos de fácil solución, pienso, si prescindieran de parte de la diaria siesta y protagonismo ramplón, eternamente disgregador de honrosas iniciativas.
¡Aprisa, Soledad, vamonos¡ Siento aumenta el frío pensando en esto.
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Real-1
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