El riotinteño Rafael Delgado supervisa los trabajos de Sondeos de Investigación
Misma actividad, pero de muy distinta forma. Con esta frase podría resumirse el trabajo que desde hace ya más de un año lleva a cabo la empresa Emerita Resources España en las localidades andevaleñas de Puebla de Guzmán y Paymogo, con el que bajo el nombre de proyecto Iberian Belt West (IBW), se pretende devolver a dichos municipios una actividad como la minería, con mucho arraigo en toda la comarca, pero desaparecida desde 1988 con el cierre de la mina de Herrerías (Puebla de Guzmán).
Se abrió entonces un paréntesis que pretende cerrar ahora Emerita, para lo cual está llevando a cabo desde agosto de 2021 la fase de investigación del proyecto, destinada a conocer con detalle los depósitos mineros que el subsuelo de la zona aún esconde, concretamente en un área de 1.545 hectáreas que se distribuye en tres sectores: La Infanta, El Cura y La Romanera.
Si, tras conocer con detalle dichos depósitos polimetálicos ricos en zinc, cobre, plomo, oro o plata, su cantidad, calidad y características permiten ejecutar un proyecto económicamente viable, el paréntesis quedará cerrado con el inicio de la fase de explotación minera, regresando así a la zona dicha actividad industrial. Pero ni mucho menos será como antes. No se verá a los mineros de antaño por las calles de estos municipios, y sí a personal muy cualificado, formado y perfectamente conocedor del funcionamiento de las sofisticadas técnicas y maquinarias que se usan actualmente en la minería moderna.
De hecho, en la actual fase de investigación, ya pueden verse, dadas las 200 personas que, desde hace ya más de un año, trabajan en los sondeos que se realizan a pie de campo en las áreas estudiadas; en las naves donde se estudian, analizan y procesan los testigos extraídos del subsuelo; y en la oficina desde la que se coordinan todas las actuaciones.
En La Infanta llevan realizados 78 sondeos de perforación diamantina con recuperación de testigos, con un total de 17.860 metros lineales perforados. El sondeo más profundo ha sido de 500 metros. Desde las plataformas de sondeos autorizadas en la Autorización Ambiental Unificada (AAU), Emerita lleva perforado en Romanera casi 20.000 metros lineales. Se ha llegado a profundizar hasta 700 metros. El objetivo de la empresa es completar a finales de año una estimación de recursos basada en las perforaciones realizadas. Después de esa fecha, las perforaciones continuarán mientras el yacimiento siga abierto. Es un trabajo constante. La maquinaria de sondeo no para ni de día, ni de noche. Dos turnos de trabajadores las mantienen activas las 24 horas del día.
Rafael Delgado Guerra es uno de ellos. Es ingeniero técnico de minas y ejerce como supervisor de sondeos para la empresa onubense Insersa, contratada para esta labor por Emerita. Natural de Minas de Riotinto, lleva más de 15 años trabajando en el sector, igual que antes lo hicieron la mayoría de sus antepasados.Este regreso de la actividad minera a la provincia de Huelva en general, y a esta zona en particular, es para Rafael Delgado “muy positiva”, y no solo para él, que le permite retomar una tradición de sus antepasados y que se ha convertido en su principal opción de futuro, sino para toda la provincia, sobre todo “teniendo el actual contexto económico que se vive en todo el mundo, con una crisis detrás de otra, y particularmente Andalucía, donde cada día aumenta el paro”.
Los testigos que diariamente van extrayendo los sondistas del fondo de la tierra son ordenados, organizados y empaquetados en unas cajas especiales, antes de ser transportados a la nave de testificación, en Puebla de Guzmán o Paymogo.
Allí, Etienne González, geólogo de exploración del proyecto, describe un proceso que se inicia con la distribución de dichas cajas por los “mesones” habilitados, a cada uno de los cuales se asigna un sondeo que viene definido en la propia caja. Tras ordenarlas, se inicia el “manejo del testigo”, para lo cual según González se reconstruye, limpia, mide y fotografía, antes de pasar al “logueo geotécnico” o estudio detallado de sus características. Posteriormente comienza el trabajo de los geólogos, que han supervisado los anteriores pasos y que prosiguen con dicho logueo, aunque “ahora encaminado a distinguir la roca”.S
egún Etienne González, “solo a simple vista, los geólogos ya podemos apreciar si la roca contiene mineral, que normalmente es un conjunto de minerales”. “Solo su peso ya nos aporta información –prosigue- pero tenemos que observar el brillo y otras características, y a veces hasta podemos apreciar a simple vista los distintos metales que componen la roca polimetálica”.
Después llega el muestreo, “pero solo de las zonas mineralizadas de los testigos”, las cuales se etiquetan, cortan y embolsan para ser enviadas al laboratorio con vistas a un análisis geoquímico “cuyos resultados son posteriormente interpretados en la oficina, donde se va configurando el modelo que permite averiguar las características generales del depósito”. Para Etienne González se trata de un trabajo “apasionante” donde “cada día aprendemos y descubrimos cosas nuevas”.
Pero sin duda, quienes con más ilusión viven este largo y meticuloso proceso científico de investigación son los habitantes de ambos pueblos, que añoran una actividad a la que se dedicaron muchos de sus antepasados, y que esperan retomarla en breve, iniciando en toda la comarca un futuro lleno de oportunidades.
En representación de ellos, los alcaldes de ambos municipios valoran muy positivamente un proyecto que, para el edil de Puebla de Guzmán, Antonio Beltrán, “supone en estos momentos la recuperación de unas expectativas de empleo industrial que hacía décadas que no teníamos”.
La alcaldesa de Paymogo, María Dolores Fernández, señala por su parte que “puede ser un potente revulsivo para una comarca como el Andévalo, que siempre ha sido la cenicienta de la provincia, y hasta de Andalucía y de España”. Por ello “esperamos que este proyecto llegue también a buen término –concluye- y que todas las expectativas de las que se vienen hablando desde hace meses se vayan haciendo realidad para que, efectivamente, se vaya creando empleo y desarrollo”.
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