lunes, 16 de junio de 2008

"A nivel turístico, Riotinto sigue siendo el gran desconocido"

PUBLICADO EN HUELVA INFORMACION
-Usted ostenta el cargo de vicepresidenta de la Mancomunidad de Municipios 'Cuenca Minera', ¿qué puede aportar este ente supramunicipal a la comarca?

-Esto es una espiral, si los pueblos más grandes de la comarca, como son Minas de Riotinto y Nerva, no cumplen con sus obligaciones económicas, resulta que la deuda acumulada se va engordando con el tiempo y así, sin poder hacer frente a los pagos, es muy difícil que ningún presidente pueda gestionar este organismo.

-¿Por qué no afrontáis los pagos?

-El Ayuntamiento de Riotinto no paga toda la cuota que debe porque es imposible, aunque aportamos todos los meses la cantidad que podemos. Por su parte, Nerva nunca ha cumplido con sus obligaciones con la Mancomunidad. Ahora mismo la viabilidad de esta institución depende de que todos los ayuntamientos de la Cuenca podamos hacer frente a las mensualidades estipuladas.

-¿A qué se debe esta sensación de precariedad que se respira en la comarca minera?

-La Cuenca ha sido muy rica y nos hemos mantenido en unos niveles que cuando la mayoría de las personas cobraban 100.000 pesetas, los mineros tenían nóminas de más de 200.000, y, claro, se consideraban los reyes del mambo. Se escuchó tantas veces el cuento de que viene el lobo que nadie, ninguna administración, previó de forma adecuada y con antelación este declive. Como era un sector de riquezas, que venía todo el mundo a llevarse el cobre, no se invirtió en carreteras ni en nada para contrarrestar ese posible futuro que nadie quería ver. Pero ese futuro se ha convertido en presente: que la mina está cerrada y que los ciudadanos están intentando buscarse la vida de la mejor manera.

-¿La alternativa turística no se contempla?

-Si, pero es un sector que avanza de forma lenta. En la actualidad, según los datos aportados por la Fundación Río Tinto, recibimos una media de 700.000 visitas al año.

-¿De alguna forma, la presencia de tantos turistas debe repercutir en el pueblo?

-No, porque son paquetes muy cerrados y porque la realidad es que se quedan muy pocas personas a pernoctar en el municipio. Es más, el Ayuntamiento no obtienen ningún tipo de beneficios de estas visitas turísticas.

-¿Y cómo es que no existe una línea de colaboración entre el Ayuntamiento y la Fundación?

-Esa es la pregunta del millón. Desde que asumí el cargo de alcaldesa ya he mantenido algunas reuniones con los responsables de esta institución y estamos intentando alcanzar algún tipo de acuerdo para que podamos participar en alguna actividad. El Ayuntamiento no tiene ninguna representación en el consejo general de la Fundación, cuando su sede y sus principales activos se encuentran en este municipio, lo cual me parece una pasada.

-¿Qué propone usted en este apartado?

-En Riotinto quedan muchas cosas que ver, ya sea a través de la Fundación Río Tinto o creando un patronato comarcal o local al objeto de sacar rendimiento a la minería y a todo lo relacionado con esta actividad, porque, nos guste o no, somos mineros. Toda nuestra herencia es minera y todos los que nos visitan vienen precisamente a ver todo lo vinculado con la minería, como la corta Atalaya, o con el valioso patrimonio que nos dejaron los ingleses durante su estancia por este pueblo. Desde mi punto de vista, quedan muchas posibilidades por realizar a nivel turístico, porque Riotinto es el gran desconocido, es un diamante en bruto.

-¿A nivel urbanístico, en qué situación se encuentra la población?

-Nuestra intención es retomar el Plan General de Ordenación Urbana. Pero como este proceso es a largo plazo, ha salido una alternativa que posibilita el adaptar las actuales Normas Subsidiarias a la nueva reglamentación urbanística. En estos momentos tenemos aprobado el avance de esta adaptación, que posteriormente se incluirá en el PGOU definitivo. Es adelantar el proceso y según los cálculos, en dos años podemos tener todo el plan terminado.

-¿Qué supondrá al municipio?

-Riqueza, beneficios y, sobre todo, crecimiento a nivel municipal, del pueblo y de los propios ciudadanos. Cuando se apruebe esta adaptación tanto nosotros, como Ayuntamiento, como los empresarios que pretenden invertir en el pueblo, como Rumbo 5.0 -que tiene el 40 por ciento de nuestro término- podremos empezar a respirar.

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