viernes, 11 de junio de 2010

MODAS Y CURSILADAS VARIAS ( ALGUNOS RECUERDOS 5ª ENTREGA)

La verdad es que debería haberle dado más continuidad a esto de los recuerdos, pero es que ultimamente no tengo tiempo , y a veces tampoco ganas.
En fin; demos un repaso en esta quinta entrega de recuerdos a algunas pequeñas cosas que quizás ya tengamos aparcadas en algún polvoriento lugar de nuestro cerebro.

Nuestra infancia estuvo rodeada de modas. Unas modas que, al volver la vista atrás, calificaríamos como "frikis", pero que sin duda tu también recordaras, como por ejemplo:

LOS CHINITOS:



A estos "chinitos" se les atribuía el poder de atraer a la suerte.........a la buena suerte. Esta suerte era deseada según el color de los "chinitos"; para el amor un color, otro para el trabajo, etc, etc.
Sobre la "decoración" de esta moda no hablare; porque , ¡Mira que eran feos, los "joios!
El caso es que cuando se empezó a difundir el rumor de que los chinitos no traían nada de suerte, y el negocio empezó a peligrar, alguien dijo que solo daban suerte si se perdían...¡ Hala, a comprar más chinitos! ¡¡ Y a ver si se pierdeeeeeeeeeeen!!
En realidad, fue una moda pasajera que durante algún tiempo llenó algún bolsillo... Y no menos cierto es que, para mí, este fue el comienzo de la "invasión asiática".

PULSERITAS DE COLORES


Si estaba en La Dehesa, corriendo con los durillos que tenía al kisko de Dominguin o al de Rafaela; si estaba aqui en Riotinto, al de Romualdo o a la Pepita... Y si no , pues habría que ir al paseo. La cuestión era que teniamos que hacernos con los colores mas chulos lo antes posible, porque el amigo manitas nos había prometido que nos haría una pulsera "de las dobles" y no la simple que tu sabías hacer...
Con aquellos colores que seguro que te iban a proporcionar una efímera popularidad aquel día en la escuela, haciendo que mas de uno ( ¡y de una!) bajara su mirada hasta tu muñeca, perseguíamos al "amigo manitas" y casi que nos faltaba darle con un látigo para quenos hiciera la dichosa pulserita.
Una vez realizada tan suprema obra de arte, una vez colocada en tu muñeca y tras haber ensayado delante del espejo la forma "mas natural" de mover ese brazo para hacer resaltar que la tenías, te querías morir cuando oías la voz de tu padre retumbando cual trueno en noche de tormenta: " ¿ Que llevas en la muñeca? ¿ Eso no sera una pulsera, no?"... Horror, adios a los bellos colores de la dichosa pulserita...

EL ORGANO O PIANO:

Sin el no eras nadie... Algunos te ponían hasta mala cara mientras tu sonreías embobado al vedr como otro intentaba tocar el cumpleaños feliz en esa maravilla de la ingenieria moderna. Me refiero al CASIO PT1 o al VL TONE


La máxima expresión de la popularidad infantil era pasearte con el organito debajo del brazo. Sentías como todas las miradas iban dirigidas a ti y al mágnifico invento del señor Casio... Claro está, que siempre estaba aquella niña que te pedía: "Tocame algo"; y tu, tras aguantarte el primer impulso ante tan temeraria proposición, le contestabas, para salir del paso, " Es que no tengo pilas, iba ahora a comprarlas".



En fin, el invento del señor Casio era tu compañero de habitación en más de una tarde lluviosa donde experimentabas el "sumum" de la satisfacción cuando, tras varias horas de intento, conseguías un minuto de algo parecido a una canción acompañandote del ritmo "bossanova"...

Os dejo una demostración de mis habilidades con tan gran invento...

¿No cuela, no? Jajajaja..........no, claro que no soy yo, soy un negado para los instrumentos.

Bueno, amig@s de El Atico, en la próxima entrega de estos recuerdos infantiloides os hablare del material escolar...
Saludos.

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