martes, 12 de octubre de 2021

ROTAE URIONENSIS LAS NORIAS ROMANAS DE RIOTINTO ( 1 )

 Un trabajo de A. Delgado Domínguez  y M. C. Regalado Ortega, publicado en El Ático por cortesía de sus autores.

"Con este trabajo pretendemos profundizar en el conocimiento de las norias halladas en Riotinto. Para este particular hemos repasado e investigado los hallazgos gracias a la documentación conservada en el Archivo Histórico Minero de  Fundación Río Tinto, pues fue en esta mina de la faja pirítica donde más ruedas hidráulicas se encontraron en época  romana."

La explotación minera en el mundo antiguo, al igual que en la actualidad, necesitaba mantener  secas y desaguadas las labores mineras, de ahí que se emplearan diversos sistemas para este fin:

Galería inclinada, tornillo de Arquímedes, bomba de Ctesibisio y la noria o rota aquaria. Será a este último sistema al que dediquemos este trabajo, pues ha sido en Riotinto donde más se ha  documentado su uso para época romana, como prueba el hecho de que se han encontrado casi  medio centenar de ruedas hidráulicas, de las casi ciento cincuenta halladas en otras minas  explotadas en época romana. Esto nos indica que al menos durante época alto imperial, Riotinto  (Urium) fue la mina de plata y cobre más importante de todo el imperio romano, como indican  incluso los isótopos de plomo provenientes de Riotinto hallados en el hielo de Groenlandia.

Definición, origen y lugares donde se ha documentado el empleo de norias

La rota aquaria o noria es un máquina para elevar agua formada por una serie de cangilones o arcaduces (modioli) unidos a una gran rueda que al girar suben el agua desde la parte de debajo de a misma, hacia la parte de arriba, en el caso de las halladas en Riotinto hacia los canales de desagüe de la parte superior que conducían hacia el fondo de la cámara de otra noria o hacia la galería de desagüe.

El empleo de ruedas y otros ingenios hidráulicas4 aparece en obras de autores de época helenística y romana. Recibiendo distintas denominaciones, tympanum    o    τυµπανον5, περιακτοσ τροχοζ6, τροχοζ7 y rota aquaria, que es la definición que más se correspondería con la realidad.

La mejor descripción de una rueda de época clásica es la que nos aporta Marco Vitrubio Polion9, autor del s. I d. C.:

“Si debiere subir agua a mayor altura, se mudará la máquina de esta forma. Ajústese al eje de la rueda  que llegue donde hubiere de llegar el agua, y a toda su circunferencia en el lado se adaptará una serie  de cangilones cuadrados, que se embrearán con mezcla de pez y cera; así cuando los hombres giran la rueda, viniendo los cangilones llenos a lo alto, y empezando a declinar, vierten por si mismos en el artesón el agua que tomaron."

Fig. 1. Tympanum según Vitrubio, en Daremberg y Saglio (1904)


Si bien la descripción de Vitrubio y las recreaciones que se han hecho partiendo del tambor o τυµπανον ponen de manifiesto las diferencias entre éste y las ruedas hidráulicas halladas en Riotinto que con los cangilones integrados en su corona pertenecerían al “tipo hispanico”11 siendo más grandes, esbeltas y estrechas, por lo que como veremos a continuación, nuestra hipótesis, es que fueron accionadas de diferentes formas.

El origen de la rueda hidráulica como el de los sistemas anteriormente citados está en el Mediterráneo Oriental, concretamente en el Egipto Lágida o Ptolemaico, a través de la Escuela de  Alejandría (s. III a. C.), pues los sucesores del primer Ptolomeo reunieron en torno al Museo y su  celebérrima Biblioteca a todos los sabios de época helenística. El resultado fue la solución de  multitud de problemas técnicos y la compilación de toda la física mecánica y neumática, siendo su aportación  tan  importante  que  se  fijaron  las  bases  de  estas  dos  disciplinas  científicas  manteniéndose apenas sin variación hasta el s. XVIII. 

En este ambiente helenístico es donde se  empiezan a emplear ruedas hidráulicas para desaguar minas, concretamente en las que se  trabajaban en ese momento en Asia Menor (actual Turquía), Chipre y Egipto, como se deduce de  las fuente papirológicas y documentales desde el siglo III a. C. y de las arqueológicas desde el siglo  II a. C.

 La aportación del artifex o ingeniero romano a este diseño helenístico consistió en su  empleo de forma práctica adaptándose en cada caso a los condicionantes existentes. Así fueron profusamente empleadas en el Imperio Romano para desecar los trabajos mineros en Britania15  (actual Gran Bretaña); Dacia (actual Rumania) y en el SO de Hispania, correspondiente a las  actuales España (Riotinto y Tharsis) y Portugal (Sâo Domingos). Siendo en la Península Ibérica  donde más norias se han documentado y donde con mejor estado de conservación han sido 
halladas. Así entre 1850 y 1860 se encontraron diez ruedas en Sâo Domingos (Mértola, Portugal),  de las que actualmente se conserva un cuarto de rueda en el Musée des Arts et Meters de París.

 En  1875 fueron halladas otras diez norias en Filón Norte en Tharsis (Huelva), de las que  actualmente se conserva una quinta parte de una en el Museum of Transport en Glasgow. En Riotinto se han documentado al menos una cincuentena de ruedas hidráulicas de las que  actualmente se conserva una completa al 95% en el Museo Provincial de Huelva, además de tres  mitades de discos y algunos ejes de bronce; en el Museo Británico de Londres se conserva un  tercio de una rota, y por último en el Museo Minero de Riotinto se conserva un eje de madera y 387 fragmentos de madera de noria, de las halladas en Filón Sur en 1922, que actualmente tenemos en estudio. Por lo que a pesar de los pocos restos de norias actualmente  existentes, es en Riotinto donde más norias se han hallado y donde más restos de rotae se  conservan.




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