sábado, 21 de agosto de 2010

SEGUIMOS AÑORANDOTE, AMIGO


Parece que han pasado siglos. Como sabes, raro es el día que nuestro corazón no te recuerda con tu eterna sonrisa.
En estos días, la presencia de tu ausencia se ha hecho aún más patente si cabe. El fin de semana pasado un amigo tuyo, un amigo nuestro, se casó y tanto él como nosotros no pudimos reprimir suspiros furtivos mientras nos abrazábamos en la felicitación por tan hermoso día, pues de ti nos acordábamos cuando nos mirábamos a los ojos, en ese momento en que se dice todo con la mirada y sobran las palabras.
“Me acuerdo mucho de EL”, dijo nuestro amigo; a lo que solo puede contestar con un asentimiento de mi cabeza y un gran esfuerzo por no derramar una lágrima que entristeciera, quizás, aquel día.
Procuro que “tu sobrino” no te olvide, aunque por desgracia no os llegasteis a conocer, pero eso no impide que él sepa quién eras, quien eres.
Hoy vamos de nuevo a un enlace de otro amigo tuyo y nuestro; y de nuevo afloraran los recuerdos, y de nuevo intentaremos reprimir sentimientos, que sin duda se mezclaran con los típicos de un día feliz.
El destino o la casualidad han querido que hoy celebremos algo alegre, aunque yo creo que TU has tenido mucho que ver, pues siempre eras, eres, feliz si tus amigos lo son; por eso estoy seguro que estarás contento allí donde estás, con esa eterna sonrisa…
Hoy, cuando recordamos este día, cuando recuerdo tu ausencia, recordare lo que tantas veces me decías: “ Riete, coño, que no se puede estar triste y con el careto todo el día. Mejor te cuento uno; ¿sabes ese de…?” Y al final arrancabas una sonrisa.
Hoy, AMIGO, prometo recordarte con una sonrisa, pero en mi interior habrá momentos duros, donde la pena de no poder verte, de no poder pelearnos, de no poder reírnos; donde la tristeza que me impone tu ausencia provocará que un suspiro escape de lo más hondo de mi alma y que mis ojos miren al cielo, donde siempre creo verte mientras me mandas tu ánimo y tu fuerza con un guiño y con tu eterna sonrisa.
Hoy, como siempre, seguimos añorándote, AMIGO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario