El 8 de enero de 1918 el periódico escribe que es notable el incremento que está tomando en la cuenca minera de Riotinto la afición por el viril deporte del football.
En vista de ello -dice el corresponsal- “en Junta General conjunta celebrada el pasado dia 31 de diciembre, el Balompié Riotinto y el Athlétic Riotinto, se acordó por
unanimidad por parte de los socios la fusión de estas dos sociedades que llevará en lo sucesivo por título Riotinto F.C.
Los jugadores de este nuevo equipo vestirán con camiseta blanca y pantalón negro, como antaño lo hiciera el Rio Tinto Foot-ball Club inglés. La junta directiva de esta nueva sociedad, presidida por don Robert Wilson la constituyen también prestigiosas personalidades, de cuyo celo y buena dirección esperamos todos el pronto engrandecimiento de la misma”.
Finalizando el mes de junio comunica ‘La Provincia’ que la señora de Browning, ha entrado en período de franca mejoría después de la delicada operación quirúrgica que ha sufrido en el hospital minero de Riotinto.
Se celebró durante julio el juicio contra los autores del asesinato de ‘El Tío del Queso’ y sorprendéntemente el Jurado Popular emitió el veredicto de absoluta inculpabilidad para el padre e hijo autores del crimen, pese a que el Fiscal solicitó la revisión por nuevo Jurado que le fue denegada.
Con motivo de las fiestas patronales se celebró un encuentro de fútbol para el que el Riotinto F.C. se ve reforzado, para enfrentarse al Fortuna F.C. de Huelva, con los jugadores sevillanos Otero, Ramos, Spencer, Ocaña y Artola, y Juanito García, de La Palma.
Completan la formación minera los locales J.Chaparro, Martín, Spencer, Queija y Hoyo. El resultado fue de 0- 1, “un goal que le fue regalado al equipo de Huelva al marcar un defensa minero en su propia puerta” apunta el corresponsal en su crónica que además indica que “los jugadores sevillanos hicieron un derroche de elegancia y sabiduría”.
Para estoquear unos novillos de la acreditada ganadería de Carvajal, han sido contratados por la empresa de Zalamea los valientes jóvenes de esta localidad José de Sedano Flores y Manuel Hoyo Morando: “Esperamos que la fiesta tendrá un éxito completo, pues además de los numerosos aficionados que abundan en dicho pueblo vecino, irán también de Riotinto muchas amistades de los diestros para admirar la magnitud de su arte”.
Se queja el 13 de septiembre ‘La Provincia’ de la Censura de la que dice:
“Desde que se estableció la previa censura, venimos siendo objeto de la preferencia
del censor. No pasa día sin que en las columnas de nuestro periódico deje huella el lápiz rojo que entra a mansalva en artículos, no dejando de ellos ni el título ni la firma, como si no hubiese párrafo, palabra, sílaba o letra que no fuese lícita. Esto más que censura parece persecución”.
La muerte de la señora Browning.
FOTO: Mrs. Lucy M. Browning, esposa del director.
“La señora de Browning ha muerto”.
Triste frase que marca una línea dolorosa en la historia del sentimient riotinteño. Doña Lucy M. de Browning dejó de existir en la mañana del día 19 de septiembre en Oyarzun, cerca de San Sebastián, donde estaba reponiéndose. Una penosa enfermedad, de
la que fue curada en el hospital de la empresa minera en Riotinto ha llevado a la virtuosa señora a las manos descarnadas de la muerte. Los doctores Ross, Mackay, Hayrse, en Riotinto, eminencias de la cirujía glorias de España, Francia e Inglaterra, han luchado desesperadamente por arrancar aquélla valiosísima vida con ganas de vivir, del brazo desesperado del No Ser.
Después de hacer una serie de elogios ensalzando las virtudes que adornaban
a la fallecida, Gumersindo Queija, que firma la crónica dice que “a ella se le debe el establecimiento de una fábrica, donde a diario trabajan un buen número de mujeres en la confección de alpargatas, que han de emplear padres, hijos, novios y hermanos en la penosa labor minera y a ella también el importante Taller de Confección y Bordados, de donde salen apreciables trabajos artísticos, de gusto exquisito, de fama casi mundial, con el triple beneficio de la enseñanza, el sueldo y los beneficios obtenidos en los mercados, donde tan asombrosos trabajos se cotizan a notables precios”.
En señal de duelo se han suspendido los espectáculos públicos y un profundo sentimiento de pena flota en el ambiente minero como signo de una Hora Fatal, agrega el cronista. Y días después se publica una carta en la que Mr.Browning, desde San Sebastián, escribe al director de “La Provincia”, rogándole haga extensivo a todos, su agradecimiento por los numerosos telegramas y cartas que ha recibido para expresar sus sentimientos de condolencia, tanto para él como para su hijo, especialmente a los obreros y empleados de la Compañía de Rio Tinto.
En Riotinto no hay cerillas, de eso se queja José Mª Fontela, que escribe en el periódico unas rimas, dedicadas con mucho humor, a “doña Iluminada Luciente”, de la que como muestra entresaco:
“De Siglo de Luces;
Nada Resulta broma pesada
y es un abuso de a folio
tener la vida apagada
por culpa del Monopolio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario