jueves, 10 de febrero de 2011

YO FUI UN NIÑO DE LA VÍA GENERAL. Por Nicolás Chaparro González

De vez en cuando cae en mis manos verdaderas joyas para leer y disfrutar; y en la mayoría de los casos estos buenos ratos me llegan gracias a que los amigos se acuerdan de uno cuando ellos disfrutan con una lectura o una foto.

Ha sido mi AMIGO Pedro ( mi Maestro MAYORRE ) quien me envia un relato de los de "leer pausadamente", sacándole jugo...
El autor de YO FUI UN NIÑO DE LA VÍA GENERAL es D. Nicolás Chaparro González.


Vamos ya con el relato, el cual ire "posteando" en varias entregas. Espero que lo disfruteis...

FUI NIÑO DE LA VÍA GENERAL

Nací en la estación de Manantiales, el día 3 de Marzo de 1.938. Después de mi nacimiento, viví con mis padres durante tres años en Pataleta kilómetro 40, en el pequeño caserío para operarios de Vías y Obras, compuesto por tres viviendas.
En este lugar, había un paso a nivel con guardabarreras para el paso de carros y caballerías, procedente de la zona de La Palma del Condado, para moler cereales en el molino harinero “El Sastre”.


Mi abuela paterna y mi propia madre, trabajaron en los servicios de este paso a nivel varios años.
A la muerte de mi abuelo materno, con residencia en la estación de Manantiales, mis padres se trasladaron a vivir a la vivienda que mi abuelo había dejado a su fallecimiento. Mi niñez, no fue ni mejor ni peor, que la del resto de los menores de la época en la vía general.
A los 9 años, tuve la necesidad de abandonar la escuela para ayudar a la mal trecha economía de la familia ya que, el grupo familiar se componía de cinco hijos, padre, madre y abuela materna, con un salario del cabeza de familia de 12.50 pesetas diarias, y al ser el mayor de los hermanos varones, fue necesario afrontar en primer lugar el problema.
Me dediqué principalmente a cuidar una tropa de cabras, propias y ajenas, con jornada de sol a sol.
Al no vivir otro mundo en mi niñez, que el ferrocarril y los trenes, mi vocación siempre fue el aprender el Telégrafo Morse, para optar en un futuro a un puesto como el de Factor, formación imprescindible en la época para optar a este tipo de puesto de trabajo ya que, era el único medio escrito a distancia del que se disponía en aquellos años y que se trataba de un medio muy eficaz y seguro para la circulación de los trenes.
Una vez que terminaba con mi agotadora jornada, me personaba en la estación hasta altas horas de la noche, practicando el Telégrafo y en honor a la verdad, tengo que decir, que llegue a dominarlo bastante bien.
Al cumplir los 16 años de edad, se me presentó la ocasión de presentarme a una convocatoria para Aspirante a Factor y la suerte me acompañó, fui admitido en la estación de Riotinto Estación o estación “Del Medio”, como se le llamó siempre por todo el mundo, posteriormente y durante los dos años siguientes, me preparé realizando los cursillos correspondientes para Factor de Circulación. Al cumplir los 18 años de edad, me presenté a examen y nuevamente la suerte me volvió a acompañar y rápidamente fui ascendido.

El puesto de Factor, entre otras cosas, yo lo veía muy lejano y prácticamente muy difícil de alcanzar, debido a mi baja formación por lo comentado anteriormente, pero tuve la suerte de caer en la estación de Riotinto Estación, que era una verdadera escuela para menores y mayores ya que, por el alto cometido, que como estación central de todo el ferrocarril, le tocaba asumir y afrontar los problemas de todo tipo, producidos a lo largo del día y la noche, en todo el ferrocarril de Riotinto a Huelva y ramales de Zalamea la Real, Nerva y todos los Departamentos de la mina. A la cual tengo que agradecer por contribuir a elevar mi formación a niveles normales de la época.
Durante 14 años consecutivos, realice mis servicios en la estación de Riotinto Estación. Posteriormente tres años los realice entre las estaciones de Campillo, El Valle, Riotinto Pueblo, Nerva, Apeadero de Naya, Marín, Los Frailes, Berrocal y Las Mallas.
En el año 1.971, al detectar que el ferrocarril empezaba a dar señales de decadencia y con un posible cierre en un futuro no muy lejano. Tomé la decisión, aprovechando la ocasión que la Fundición de cobre recientemente construida y puesta en servicio en el Polo Industrial de Huelva y como consecuencia de estar necesitando personal para su plantilla.
Solicite incorporarme y me fue aceptada, donde trabajé hasta mi edad de jubilación durante 31 años, como técnico de proceso.

( CONTINUARA )

4 comentarios:

  1. Estupendo comienzo. Soy un adicto a todo aquello que suene a tiempos pasados.
    Gracias por contarnos tus experiencias.
    Saludos cordiales para autor y editor.

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  2. Gracias porel comentario, Juan. Pos cierto, muy interesante tu blog, al cual acudire con tiempo para "saborearlo".
    Saludos.

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  3. Hoy leo este bonito y entrañable relato, que prometo continuar leyendo. Solo con el comienzo se puede decir que me ha enganchado, pero no solo me ha enganchado por muy buena exposición del relato. Resulta que yo, a título personal quiero hacer un estudio sobre la cuenca minera y los ferrocarriles mineros de Huelva. Y me consta que con estos relatos voy a obtener mucha información de absoluta confianza. Por lo que desde ahora agradezco a Nicolás Chaparro Gonzalez la información que sin duda voy a recoger en sus muy buenos relatos.
    Un saludo.

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  4. Amigo José, en la red podras encontrar algunos datos y sitios donde podras obtener mas datos; aunque si quieres ponte en contacto conmigo a través de correo y explicame de que va ese proyecto, para que busque yo algun amigo/a que quizás te pueda aportar mucho...
    Saludos.

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