sábado, 6 de septiembre de 2008

"EN BLANCO, SEÑORES, EN BLANCO........."



Lentamente, la Esquila; como dijo Paco Gomera, va cosiendo las calles de Riotinto. Por motivos de estudio o trabajo, el numero de esquileros a menguado considerablemente .

Un violin; dos o tres bandurrias, mismo numero de laúdes y algunas mas guitarras. Alguien dice: “Vamos a agruparnos”; uno desde la primera contesta:” Esto es la Esquila, venga, que no se diga”……. Estas frases son contestadas desde la segunda: “ Que bonito, señores, que bonito”…….. Y sigue caminando a ritmo de esquila ese grupo cristiano y minero.
La casa de mengano, la de la tia de fulano, la otra es donde vivía …..Poco a poco, mirando a veces el reloj, poniendo a prueba los nervios de Guambi, que espera al final de la calle, con su callejero en las manos…………

“Niño, tomad el cuerno, que nos han dao agua fresquita, y esta ahora canela, canela”…..Y se va repartiendo ese cuerno, pasa de mano en mano. “No pararse, vamos…..y agruparse”.

Llegamos a una casa; da igual cual; alguien ya lo advirtió; aquí: misterio en blanco.

“Tranquilos, que ya lo se”; nos replica Paco sin dejar de tocar la campana. “Señores, en blanco”……..

Y en ese momento cae sobre ti todo el silencio de la noche; hasta el cuerno queda mudo; los ecos de las conversaciones de los que nos acompañan se extinguen también. Solo música, la música de la Esquila; ese violin que araña las ventanas y la puerta de esa casa, esa música que se cuela hasta el corazón de quien al otro lado llora, recuerda, suspira y no olvida.

Y La Esquila se agrupa mas que nunca; mas unida si cabe; y algunas lágrimas caen sin pudor por la cara del que hace un momento reia. En ese momento solo quiero que el/la que esta detrás de la puerta pueda sentir todo el apoyo que los esquileros le están mandando; que sepa que su dolor se comparte………..

"Pasad las primeras pàlante", nos dice Paco, rompiendo el silencio de la musica y haciendo que las miradas que estaban perdidas en el suelo o en el cielo, vuelvan a mirar al frente. La esquila se mueve, y justo antes de comenzar a cantar el siguiente misterio se oye un suspiro. En ese suspiro general de los esquileros queda el recuerdo, el cariño y la certeza de que a quien nos protege desde el cielo le gusto mucho el misterio en blanco que en su puerta se toco.

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