domingo, 29 de enero de 2023

UN HOMBRE BUENO

 "Manolo, no os olvido. En cuánto vaya a Riotinto, pasaré por tú casa"



Había una vez un hombre bueno que siempre quiso volver... Volver al pueblo que le hizo uno de "los suyos"; al lugar donde el corazón de la tierra se alegra tan solo al oír su nombre... Volver a pasear por sus calles, regalando sus saludos y su sonrisa... Volver al sitio donde sabía que era querido...

Había una vez un hombre bueno que nos habló de fé, de esperanza, de que había que ser amable con el prójimo, entregado ante el necesitado y enfermo, alegre con quien estuviera triste... Y para ello nos habló del hijo de unos padres humildes, de aquel que sanaba enfermos, que transmitía paz, que nos hablaba de un lugar mejor al que, sin duda, llegaríamos alguna vez...


Muchos veíamos reflejado en aquel hombre bueno a quien ÉL nos anunciaba; muchos supimos que teníamos a "un amigo fiel" que nunca nos olvidaba...

El tiempo sembró distancias que se fueron haciendo cada vez más largas; pero eran distancias físicas, de espacio entre nuestro sitio y su lugar de entrega y sacrificio por el bien de quienes estaban a su lado... " Manolo, yo estoy super bien, trabajando en esta parroquia y echando de menos a mi querido Riotinto y a los amigos y amigas que dejé allí... ¡¡¡Cuántos momentos felices hemos pasado juntos!!!"



Había una vez un hombre bueno, un ángel enviado por DIOS, que nos alegró el corazón dándonos su amistad sincera y sin condiciones, que siempre supo estar junto a quien le quería, junto a quien le necesitó.

Me es imposible evitar que se empañen mis ojos al recordar sus palabras:

 "Manolo, no tengas nunca miedo de las dificultades que puedan surgir en tu vida. Sigue adelante, Dios sabrá mostrarte el camino. Voy a rezar mucho al Señor y a la Virgen para que siempre te ayuden... Tengo mucha FÉ en la oración. Un abrazo de tu fiel amigo Nilson..."

Había una vez un hombre bueno, de esos que es una suerte conocer; y fue y ES mi AMIGO.

Adiós AMIGO, Hasta Siempre Padre Nilson; puedes partir a la casa del PADRE con la satisfacción de haberte entregado en la tarea impuesta, con la satisfacción de haber cumplido con todo aquello en lo que creías...

Había una vez un hombre bueno, un Ángel en la tierra.... NILSON PABLO DA SILVA, mi curilla, mi sacerdote, mi AMIGO.





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