En la tarde de hoy se ha presentado en la Parroquia Santa Barbara de Riotinto el cartel anunciador de la Semana Santa riotinteña 2012. Ha sido un sencillo acto el que se ha llevado a cabo, donde todos los presentes han quedado maravillados por la composicion que forma el mencionado cartel, obra de Juan Carlos Rodriguez, al cual vemos en la siguiente imagen posando junto a Rafael Lopera tras finalizar el acto.
Abusando de mi amistad con Juan Carlos, me atrevía a preguntarle sobre el cartel; de tal modo que le he pedido que nos explique (quien mejor que el autor) lo que vemos en esta obra. Y esto es lo que nos dice Juan Carlos:
Como autor, creo que puede ser el más bonito que he realizado hasta ahora, y mira que llevo ya muchos. He querido poner en primer plano, la imagen del Stmo. Cristo del Amor, primer titular de la Hermandad, y primera imagen que pudimos sacar a la calle, también fue la primera foto del primer Cartel, allá por el año 1995.
En un segundo plano, he querido poner la foto de la Corta Atalaya, nuestra mina, esperando que muy pronto pueda convertirse en primer plano de nuestra vida en la Cuenca, dándonos ese trabajo que tanto necesitamos.
También he querido sacar algo de la Estación de Penitencia del Martes Santo donde Ntro. Padre Jesús Cautivo estrena el nuevo paso que la Hermandad pudo comprarle a la Hermandad de Penitencia de Zalamea la Real.
Y como no unas manos que sostienen este cartel, esperando que algún día podamos sacarla en procesión y poniendo su rostro en ese cartel anunciador, me refiero a Nuestra Madre, María Stma. de los Dolores, mientras tanto va rezando su Rosario, que en esta ocasión es el Vía Crucis.
Sin duda un gran trabajo el que, de nuevo, ha realizado Juan Carlos con el cartel de este año; una obra que refleja el cariño y el respeto de su autor. Preguntado por un posible "titulo" de esta composición; Juan Carlos nos dio un "titulo" con el cual despido este post:
“EL AMOR Y EL DOLOR, ME DEJO CAUTIVO EN TUS MANOS”.
Abusando de mi amistad con Juan Carlos, me atrevía a preguntarle sobre el cartel; de tal modo que le he pedido que nos explique (quien mejor que el autor) lo que vemos en esta obra. Y esto es lo que nos dice Juan Carlos:
Como autor, creo que puede ser el más bonito que he realizado hasta ahora, y mira que llevo ya muchos. He querido poner en primer plano, la imagen del Stmo. Cristo del Amor, primer titular de la Hermandad, y primera imagen que pudimos sacar a la calle, también fue la primera foto del primer Cartel, allá por el año 1995.
En un segundo plano, he querido poner la foto de la Corta Atalaya, nuestra mina, esperando que muy pronto pueda convertirse en primer plano de nuestra vida en la Cuenca, dándonos ese trabajo que tanto necesitamos.
También he querido sacar algo de la Estación de Penitencia del Martes Santo donde Ntro. Padre Jesús Cautivo estrena el nuevo paso que la Hermandad pudo comprarle a la Hermandad de Penitencia de Zalamea la Real.
Y como no unas manos que sostienen este cartel, esperando que algún día podamos sacarla en procesión y poniendo su rostro en ese cartel anunciador, me refiero a Nuestra Madre, María Stma. de los Dolores, mientras tanto va rezando su Rosario, que en esta ocasión es el Vía Crucis.
Sin duda un gran trabajo el que, de nuevo, ha realizado Juan Carlos con el cartel de este año; una obra que refleja el cariño y el respeto de su autor. Preguntado por un posible "titulo" de esta composición; Juan Carlos nos dio un "titulo" con el cual despido este post:
“EL AMOR Y EL DOLOR, ME DEJO CAUTIVO EN TUS MANOS”.
Juan Carlos, además de ser una gran persona, posee grandes cualidades artísticas, para muchas personas desconocidas, por esa humildad que le caracteriza. En su orquesta o banda musical, dirige al que toca el bombo y los platillos al igual que en las otras facetas artísticas que posee, pero personalmente para sus méritos guarda silencio, cualidad que le hace grande y que poco a poco como a otros personajes se le irán reconociendo.
ResponderEliminarSi bonito es el cartel, maravilloso es el título que le ha puesto.
Felicidades y que ese amor y dolor cautiven también para él la felicidad que merece.