Todos hemos sido niños alguna vez. Y sin lugar a dudas, las esquinas de nuestra memoria, reflejan ese ténue resplandor del brillo de la infancia. (coño, que cursi ha quedado eso, ¿no?)
Recuerdo como intentábamos descubrir el mundo, los esfuerzos para poder y saber interpretarlo con nuestras primeras teorías, los intentos por comprender esta difícil trama de las relaciones humanas, las desilusiones y las sorpresas, aquellas sensaciones cuando la vida te soltaba una “hostia” en toda la cara, así, sin anestesia ni ná... sin duda se trata de vivencias y experiencias que quizás, pueden tener la asombrosa capacidad de influir sobre nuestro presente, ya que pueden seguir vigentes de alguna manera… Aunque no es menos cierto que al revisar y volver a degustar lo vivido tendemos a embellecer las que fueron ( y son) nuestras pasadas aventuras de la vida.
Soy de los que opinan que una sola palabra basta para volver atrás; por ello, creo estar más que seguro de que si os digo BRUGUERA, tendréis ahora mismo una sonrisa en vuestro pensamiento.
El secreto del éxito de BRUGUERA fue que supo llegar al gran público. La mayoría de sus publicaciones eran para la gente de la calle, no eran tebeos ni libros caros. Un ejemplo son las novelas románticas de Corín Tellado o las del Oeste de Marcial La Fuente Estefanía", Y es que hablar de Bruguera significa hablar de la historia popular de España.
BRUGUERA nació en 1910, cuando Juan Bruguera fundó la editorial con el nombre de El Gato Negro. Las publicaciones se fueron sumando hasta que, en 1921, se creó la revista más representativa de Bruguera, Pulgarcito" (Donde nacerián Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape y casi todos los clásicos de la editorial).
En 1940 se relanzó la Editorial, ya con el nombre de Bruguera. En los años 50 triunfaron las novelas populares a precios muy atractivos. Y pronto comenzó la edad dorada, con (El Capitán Trueno en los 60). Hasta que en los años 70 llegaban a los quioscos más de cuatro millones de revistas mensuales de la Editorial. Sólo de Mortadelo y Filemón se imprimían 240 mil ejemplares" (Cifras totalmente descabelladas para la actualidad, cuando vender 10 mil ejemplares se considera un éxito)
Es la Editorial más importante de tebeos junto con la Editorial Valenciana. Y dentro de las cabeceras, Pulgarcito fue el gran competidor del TBO, durante varias décadas, hasta que, en 1983 Bruguera compró los fondos editoriales del TBO. Lo curioso es que no le sobreviría demasiado ya que en 1986 Bruguera también caería.
Un año antes, en 1985 los trabajadores tomaron el control de la empresa pero no pudieron sacarla adelante y al final Ediciones B se hizo con el fondo editorial
La crisis de Bruguera es muy complicada y se debe a varios factores, nos comenta Antoni. Por un lado la enorme inversión que supusieron las instalaciones de Parets del Vallès (Barcelona) inauguradas en 1974. Por otra parte la gran crisis del petróleo de los 80, el crecimiento desmesurado de la editorial (que llegó a editar hasta 35 libros a la semana) la crisis de ventas, y unos créditos que se pidieron en dólares y se pagaron cuando la moneda había aumentado 200 o 300 veces su valor.
Pronto el resto de la industria del cómic español seguiría el mismo y fatídico destino (Salvo honrosas excepciones como El Jueves)
Bruguera introdujo en España cómics como Asterix, Lucky Luke o Blueberry, e incluso llegó a publicar, a la vez, los tebeos de las dos grandes editoriales americanas, Marvel y DC. Y grandes cómics italianos y británicos"
Uno de los puntos negros de Bruguera fueron los derechos de autor, ya que según los contratos, todos los derechos sobre los personajes eran de la Editorial. Aunque los sueldos que pagaban eran bastante buenos.
Si Ibáñez, Jan, Vázquez, Raf , Escobar y compañía fuesen americanos serían grandes estrellas, pero una vez más, en este bendito país no sabemos promocionar, cuidar y valorar lo que tenemos de puertas adentro.
En 1970 se hizo una encuesta entre los lectores para encontrar los personajes más populares de la editorial y los triunfadores fueron Mortadelo y Filemón, seguidos de Zipi y Zape. Eso se debe en parte a la maestría de Ibañez para adaptarse a la actualidad e introducir en sus aventuras elementos contemporáneos. Y Escobar también fue muy longevo y dibujó a Zipi y Zape hasta el final .
Desde 1939 los tebeos tenían que pasar la censura pero no había ninguna legislación en particular, por lo que los autores podían reflejar situaciones contemporáneas y gran parte de las historias eran burlas a los jefes, la autoridad y las relaciones familiares. Pero en los años 50 se legisló y se prohibieron ese tipo de burlas, Y a partir de 1962 la Comisión de publicaciones infantiles y juveniles controló férreamente los tebeos.
En definitiva, decir hoy BRUGUERA es sinónimo de tiempos mucho más sencillos, sinceros, espartanos y felices que los de ahora. Decir hoy Bruguera es decir ilusiones recién estrenadas, tardes lluviosas entregadas a la lectura de aventuras, decir BRUGUERA es recordar meriendas disfrutadas con cuidado por aquello de no manchar, recordar aquellos comics , tebeos o cuentos es volver a refugiarse en la felicidad, en las sonrisas…en la niñez. Pero sobre todo, decir Bruguera, es decir:
Mortadelo y Filemón, Pepe Gotera y Otilio, El Profesor Tragacanto y su clase que es de espanto, Sir Tim, Anacleto, Superlopez, Gordito relleno, Agamenon, El bototnes Sacarino, Tío Vivo, Pulgarcito, Ibáñez, Cifré, Vázquez, Raf, Segura, Colección Olé, Superhumor, Joyas literarias juveniles, Agamenón, Rigoberto Picaporte, La Familia Cebolleta, El Reportero Tribulete, Don Pío, La Familia Trapisonda, Pepe el Hincha, Carpanta, Rompetechos, etc, etc, etc…
Dicen que la nostalgia ya no es lo que era, que está devaluada, que corres el peligro de convertirte en estatua de sal si la frecuentas demasiado, pero me gustaría señalar que de lo que yo estoy hablandoes de agradecimiento. Agradecimiento con mayúscula. Agradecimiento infinito y de corazón a toda esa factoría generadora de entretenimiento e ilusiones colectivas llamada Bruguera; a esa escuela de empresarios, artistas, magos del trapecio de fin de mes e ilusionistas del Rotring y la escuadra que desde 1910 hasta nuestros días han conseguido lo imposible: colonizar mediante sus páginas y personajes las risas y las almas de todos esos seres humanos que un día pulularon por la extraña e incomprensible tierra de la niñez.
Hoy todo ese tiempo perdido es de nuevo recobrado gracias a la mención de una única palabra: Bruguera.
Pocas veces ocho insignificantes letras significaron tanto para tantos.
A los Reyes les voy a pedir el libro de Antoni Guiral Los Tebeos de nuestra infancia…
Os recomiendo estos sitios:
13 Rue BRUGUERA ( Sitio Buenisimo)
La Mansion
Corra Jefe, Corra…
FUENTES:
-Antoni Guiral (Web RTVE)
- Blog de JIM
- Blog Factoría del Comic
- Wikipedia
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