viernes, 7 de octubre de 2011

CON TODO EN CALMA

Ya todo estaba en calma. En el silencio de sus pensamientos resurgían los sonidos de los momentos vividos.
El cuerpo cansado de aquel costalero parecía que quería seguir “meciéndola” y diríase que notaba un suave “vayven”, mientras que en lo profundo de su ser continuaba saboreando lo experimentado.

En la silenciosa conversación que mantenía consigo mismo, que al fin y al cabo era una conversación con ELLA; se maravillaba de que cada año todo fuese tan igual pero tan distinto, tan diferente…
Volvió a emocionarse al recordar como él y todos los demás hicieron una piña al unirse en una oración por el costalero ausente, por uno de ellos al que sentían muy cerca, a su lado…
Y le dio mil gracias a ELLA porque tambien se unio a ese cariño especial, hasta el punto de ir a visitarle en estos momentos difíciles, mientras, más atras, la banda tocaba, como nunca, "HERMANO COSTALERO"...

Y repitio las gracias mil veces porque, en este día se cúlmino lo que le pidiera, junto a los demás costaleros, hace cuatro años, y por fin, este mismo día; el hijo de un compañero recibía el alta definitiva...

Por no preocupar a la que a su lado dormía, trató de contener como pudo un apagado sollozo que le quemaba en lo más profundo al caer en la cuenta de que quizás, solo quizás, el año que viene el pequeño costalero ya no podrá ir en sus brazos, como hasta ahora, aunque le calmó el saber que si iría a su lado, cogido de su mano…
Recordó como; una vez más; buscó la mirada complice de aquel amigo que tanta calma le aportaba. Esa mirada y esa sonrisa de quien les bautizo con el inmerecido nombre de ANGELES COSTALEROS. Suspiró y se le erizó la piel pues aquello le hacía sentirse orgulloso, mientras, sus labios musitaban un “Gracias AMIGO”.

Los sones de La Esquila primero, y de la magnífica banda después, acompañaban los intensos recuerdos, pintando y embelleciendo el cuadro que, como siempre; guardaría en su corazón… un año más…
Alargo la mano, y a tientas acarició lentamente la medalla que vigila su sueño, y de su alma broto un sincero “Gracias”.

Rendido ya, deseando descansar, se secó las lágrimas silenciosas, y con la alegría de haber estado, y con la pena impaciente de la espera, trató de despedirse de ELLA, a sabiendas de que no va a pasar nada de tiempo antes de verla…
“Gracias Madre del Rosario; gracias por haberlo permitido un año más. Solo te pido que las fuerzas no falten para poder seguir, que sigas extendiendo tu manto protector sobre mi familia y amigos”

Los sones de La Esquila se mezclaban con la música de la Banda; y al fondo, el resplandor de las camisas blancas iluminaban la cara de Nuestra Virgen del Rosario…
El costalero, por fin, dormía…


Permitidme que ponga esta foto, llena de significado para mí. ANIMO MARCOS.

2 comentarios:

  1. Gracias querido amigo por expresar con tu noble corazón el sentimiento de los que pudimos presenciar los momentos mágicos, cuando los Ángeles Costaleros, la colocaron frente a la ventana donde se encuentra el Ángel Costalero que sufre junto a sus seres queridos. Fue algo maravilloso el compás del paso con la banda de música a los sones de “HERMANO COSTALERO” y sobre todo el silencio total que se produjo en el que todos nos sentimos unidos en una misma oración. Seguro que la Madre pedirá a su Hijo escuche nuestras peticiones para que pronto se produzca una mejoría en la salud de nuestro amigo.
    C. Rojas.

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  2. Gracias y mil gracias...y nunca nos cansaremos de darosla..Sabedores de la fuerza que él tiene solo teneis que dejar pasar el tiempo para comprobar que pronto estará junto a su familia, junto a sus amigos y por supuesto junto a su virgen del Rosario.

    Luisma

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