martes, 8 de marzo de 2011

YO FUI UN NIÑO DE LA VÍA GENERAL (11). Por Nicolás Chaparro González

El Túnel Chico, Que estuvo situado en el kilómetro 64.615, Fue destruido para hacer un rebaje en la vía, dado que entre el Túnel de, El Manzano y éste, existía una fuerte pendiente y las locomotoras no podían solas superar la pendiente con su tren completo y lo hacían con doble tracción desde la trinchera después del caserío de El Manzano, hasta Riotinto. En el lugar puede apreciarse la zona por donde anteriormente discurría el ferrocarril.
Una vez disminuida la pendiente y los trenes poder subir con solo sus locomotoras titulares. Se construyó la estación de Los Frailes, para que desde allí dejando un poco de su tren en esta estación, continuar hasta Riotinto. Con esta obra se consiguió acortar la distancia de grandes pendientes entre el Manzano y Riotinto.
Estación de Los Frailes. Desde la destrucción del túnel Chico y haber reducido bastante el desnivel de la vía por la obra, los trenes procedente de Huelva, llegaban con sus cargas completas a esta estación.
Al producirse nuevamente unos desniveles muy altos entre esta estación y Riotinto, sin posibilidades de reducirlos por la orografía del terreno no permitirlo, Los trenes dejaban aquí el 30% de sus cargas y continuaban con el resto a Riotinto.

Aquí la Empresa cambió de procedimiento, para remolcar los excesos, en vez de practicar las dobles tracciones, nombraba una locomotora llamada por el servicio a realizar “La Pilota” e iba subiendo los excesos independientemente, a La Naya si se trataba de vagones vacíos o a Riotinto si se trataba de vagones cargados de carbón, Sílice, caliza u otros productos, volviendo nuevamente a Los Frailes y continuar subiendo excesos de los trenes.
El no utilizar las dobles tracciones de los trenes entre Los Frailes y Riotinto, obedecía a dos razones fundamentales, la primera, que al entrar en servicio las locomotoras tipo K. y su composición ser de 75 vagones tipo A, los acoplamientos sobre todo los de cabeza del tren corrían el riesgo de partirse por el peso del tren y consiguientemente un peligro por las pendientes existente, de un escape en sentido contrario y el segundo económico ya que, al dejar los trenes el 30% de sus cargas, con una sola locomotora podían levantar el exceso de dos trenes.

Toda esta situación quedo anulada a la llegada de las locomotoras Alco, ya que, remolcaban sus formaciones completas desde Las Mallas a La Naya, con Riotinto Estación ya fuera de servicio. y tratarse de vagones tipo M, con los acoplamientos mucho más resistentes.
A la llegada de las Locomotoras Diesel-Eléctricas de la clase Alco 600, numeradas con los nº 911 y 912, adquiridas en Mayo de 1.975 y Abril de 1.979, quedaron cerradas al servicio, las estaciones de Gadea, Manantiales, Las Cañas, Los Frailes y Jaramar, quedando provisionalmente abierta en el trayecto entre Las Mallas y Naya, la de Berrocal.
Las locomotoras, las dotaron de emisoras para comunicarse con las estaciones de a La Naya y Las Mallas en su recorrido, pero a la hora de circular entre Berrocal y Manantiales, las comunicaciones se cortaban debido a la sierra, con lo que había un riesgo eminente en casos de averías y descarriles, de quedarse incomunicados.

Ante esta situación de incomunicación, se montó un repetidor para este tipo de emisoras, en la parte más alta del cerro de La Picota, mejorando la comunicación considerablemente.
Al poco tiempo se cerró al servicio la estación de Berrocal, quedando en servicio las estaciones de La Naya y la de Las Mallas, hasta el cierre definitivo del ferrocarril el 24 de Febrero de 1.984. Durante el tiempo que permaneció en servicio la estación de Berrocal, se dotó de un teléfono de Telefónica procedente del pueblo de Berrocal.
Estación de Jaramar kilómetro 74.743, esta estación ha pasado a la historia, sin penas ni glorias, ha sido una estación que por encontrarse entre Los Frailes y La Naya, en una gran pendiente del ferrocarril, prácticamente no era muy útil para realizar cruces de trenes ya que, no podía admitir un tren circulando entre Los Frailes y Jaramar, y otro desde La Naya para cruzar aquí ya que, se corría el riesgo del tren procedente de La Naya, pudiera escaparse y encontrarse con el que circulaba entre Los Frailes y Jaramar.

Solo podía realizarse algún cruce, cuando uno de los dos trenes, estaba estacionado en Jaramar, para autorizar la circulación del otro tren y efectuar el cruce en esta estación.
A unos 200 metros al sur de la estación de Berrocal, en una explanada del terreno existente. Estaba instalado un edificio, con varios compartimentos llamado Los Talleres y que efectivamente su nombre corresponde con la realidad. Había instalada una carpintería, una fragua, un equipo de albañiles y la Brigada para la conservación de túneles y trincheras, que se ocupaban del servicio y mantenimiento de todas las necesidades de los intereses de la Empresa, entre Marín y Gadea.

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