Hoy he estado en Huelva por unos asuntos médicos. En la radio del coche escuche los informativos y fue cuando me entere...4 Mineros estaban encerrados a unos 200 metros de profundidad luchando por su trabajo, luchando porque esta Cuenca Minera no muera mas todavía...
Esta tarde, al llegar a casa, me he dirigido a las instalaciones mineras; quería, necesitaba ir a, por lo menos, mostrar mi apoyo y ver en que podía ayudar; pues no nos olvidemos que si la mina abre de una vez por todas, tendremos trabajo y prosperidad en esta Cuenca Minera.
Esto no es solo una lucha y unas reivindicaciones de una plantilla...DEBE SER LA LUCHA DE TODOS NOSOTROS.
Por supuesto que estoy de acuerdo que se deben dar todas las condiciones idóneas en materia de seguridad, medio ambiental, etc, etc; para que de nuevo "el corazón de esta tierra" vuelva a latir; y si esto esta ya, no debiera demorarse más que los "últimos obstáculos" se salven CUANTO ANTES. Por el bien de los trabajadores de EMED, por el bien de todos y cada uno de nosotros.
Como iba diciendo, me acerque hasta las oficinas de la Mina y pude acceder sin problemas tras identificarme. Una vez allí, charlando con los compañeros me ofrecieron la posibilidad de poder bajar junto a Rafael Cortes que venía en calidad de fotógrafo para Huelva Información. Y fuí, como no iba a ir...
Los cuatro mineros están, para que os hagáis una idea, casi debajo de la cruz de Santa Barbara, a unos doscientos metros de profundidad.
Equipado con los medios de seguridad pertinentes, llegamos al túnel en cuestión, y creedme que se me pusieron los vellos de punta al comenzar a bajar por ese embarrado túnel. A mi izquierda encontre los restos oxidados y "podridos" de lo que fue una "cinta transportadora".
A medida que bajaba mis ojos se iban acostumbrando a esa oscuridad y comenzé a notar la humedad y el frio. Mucho mas abajo vislumbre una pequeña luz, y comenzé a oír las voces de quienes están manteniendo el encierro.
Esas voces me son muy familiares, y al llegar a su altura les saludo a todos. En ese momento me embargo la emoción al darles un abrazo, y fue uno muy especial el que nos hemos dado mi AMIGO JAIME y yo. Si, Jaime, el bueno de Jaime..Jaime, el de las carrozas, el de la radio, el de la Semana Santa, el de El Doblao, el de "los pescadores"... Jaime, el joven minero que lucha por su empleo junto a sus compañeros... Junto a él, José Carlos, Hermenegildo y José Antonio.
En un espacio reducido, frió y húmedo, se han instalado lo mejor que han podido. Para salvar un poco la humedad del suelo, el agua y el barro, han colocado una especie de plataforma de "palets" de madera. A un lado, unas viejas sillas rodeando una mesa. Encima de la mesa un libro, y a su lado un libreto de la comparsa LOS MALAPATA...
Algo mas abajo, pero al mismo nivel gracias a la plataforma de palets, se alinean cuatro colchones de los pequeños, en donde los cuatro mineros pasarán dios sabe cuántas noches.
Me aparte un poco y veo que en la pared de piedra, al lado de los colchones, hay un pequeño brillo... Me doy cuenta que es una pequeña luz azulada que alumbra una foto de Santa Barbara. Si, allí la tienen los cuatro, y seguro que Jaime, Hermenegildo, José Carlos y José Antonio la miraran antes de intentar dormir algo esta noche...y todas las noches que estén allí... Y no se extrañen ustedes, si a modo de recordatorio, o de homenaje, o porque lo merecen; esta noche, y las que haga falta, una cruz se encienda sin ser navidad o ser "Santa Barbara".
Cuando me marche, me despedi de todos, pero fue Jaime quien me contagio la emoción al darme un mensaje para su familia y amigos: "Diles que estoy bien, Manué. Diles que no se preocupen. Y al Doblao que cante como nunca, como siempre".
Al salir del túnel, intente secarme el sudor y alguna lágrima, porque no decirlo; porque abajo están cuatro hombres luchando, junto a sus compañeros, porque se abra la mina, porque le den los derechos mineros, porque se vuelva a generar riqueza..porque la Cuenca Minera no muera más cada día...
Al yo marcharme, llegaban los alcaldes de los pueblos de la Cuenca Minera; pero no puedo adelantar si han bajado o se han reunido con ellos en el fondo de ese túnel.
En fin; hoy, mañana, el tiempo que ellos quieran, mi pensamiento y mis ánimos están con ellos, como lo están el de muchas familias....el de muchos amigos.
Esta tarde, al llegar a casa, me he dirigido a las instalaciones mineras; quería, necesitaba ir a, por lo menos, mostrar mi apoyo y ver en que podía ayudar; pues no nos olvidemos que si la mina abre de una vez por todas, tendremos trabajo y prosperidad en esta Cuenca Minera.
Esto no es solo una lucha y unas reivindicaciones de una plantilla...DEBE SER LA LUCHA DE TODOS NOSOTROS.
Por supuesto que estoy de acuerdo que se deben dar todas las condiciones idóneas en materia de seguridad, medio ambiental, etc, etc; para que de nuevo "el corazón de esta tierra" vuelva a latir; y si esto esta ya, no debiera demorarse más que los "últimos obstáculos" se salven CUANTO ANTES. Por el bien de los trabajadores de EMED, por el bien de todos y cada uno de nosotros.
Como iba diciendo, me acerque hasta las oficinas de la Mina y pude acceder sin problemas tras identificarme. Una vez allí, charlando con los compañeros me ofrecieron la posibilidad de poder bajar junto a Rafael Cortes que venía en calidad de fotógrafo para Huelva Información. Y fuí, como no iba a ir...
Los cuatro mineros están, para que os hagáis una idea, casi debajo de la cruz de Santa Barbara, a unos doscientos metros de profundidad.
Equipado con los medios de seguridad pertinentes, llegamos al túnel en cuestión, y creedme que se me pusieron los vellos de punta al comenzar a bajar por ese embarrado túnel. A mi izquierda encontre los restos oxidados y "podridos" de lo que fue una "cinta transportadora".
A medida que bajaba mis ojos se iban acostumbrando a esa oscuridad y comenzé a notar la humedad y el frio. Mucho mas abajo vislumbre una pequeña luz, y comenzé a oír las voces de quienes están manteniendo el encierro.
Esas voces me son muy familiares, y al llegar a su altura les saludo a todos. En ese momento me embargo la emoción al darles un abrazo, y fue uno muy especial el que nos hemos dado mi AMIGO JAIME y yo. Si, Jaime, el bueno de Jaime..Jaime, el de las carrozas, el de la radio, el de la Semana Santa, el de El Doblao, el de "los pescadores"... Jaime, el joven minero que lucha por su empleo junto a sus compañeros... Junto a él, José Carlos, Hermenegildo y José Antonio.
En un espacio reducido, frió y húmedo, se han instalado lo mejor que han podido. Para salvar un poco la humedad del suelo, el agua y el barro, han colocado una especie de plataforma de "palets" de madera. A un lado, unas viejas sillas rodeando una mesa. Encima de la mesa un libro, y a su lado un libreto de la comparsa LOS MALAPATA...
Algo mas abajo, pero al mismo nivel gracias a la plataforma de palets, se alinean cuatro colchones de los pequeños, en donde los cuatro mineros pasarán dios sabe cuántas noches.
Me aparte un poco y veo que en la pared de piedra, al lado de los colchones, hay un pequeño brillo... Me doy cuenta que es una pequeña luz azulada que alumbra una foto de Santa Barbara. Si, allí la tienen los cuatro, y seguro que Jaime, Hermenegildo, José Carlos y José Antonio la miraran antes de intentar dormir algo esta noche...y todas las noches que estén allí... Y no se extrañen ustedes, si a modo de recordatorio, o de homenaje, o porque lo merecen; esta noche, y las que haga falta, una cruz se encienda sin ser navidad o ser "Santa Barbara".
Cuando me marche, me despedi de todos, pero fue Jaime quien me contagio la emoción al darme un mensaje para su familia y amigos: "Diles que estoy bien, Manué. Diles que no se preocupen. Y al Doblao que cante como nunca, como siempre".
Al salir del túnel, intente secarme el sudor y alguna lágrima, porque no decirlo; porque abajo están cuatro hombres luchando, junto a sus compañeros, porque se abra la mina, porque le den los derechos mineros, porque se vuelva a generar riqueza..porque la Cuenca Minera no muera más cada día...
Al yo marcharme, llegaban los alcaldes de los pueblos de la Cuenca Minera; pero no puedo adelantar si han bajado o se han reunido con ellos en el fondo de ese túnel.
En fin; hoy, mañana, el tiempo que ellos quieran, mi pensamiento y mis ánimos están con ellos, como lo están el de muchas familias....el de muchos amigos.
No sé si cantamos mejor o peor, pero sí sé que lo tuvimos en mente durante toda la actuación. Detrás del telón nos animamos diciéndonos que era por él y tras la presentación le dijimos al pueblo que un malapata estaba encerrado en la mina.
ResponderEliminarMucho ánimo amigo mío.