La entrada del nuevo año se celebró en Riotinto con bailes de gran brillantez. El corresponsal da cuenta en las páginas del periódico de los celebrados en el Círculo “La Unión” y en los Casinos de las sociedades de “El Minero”, “El Progreso” y “La Igualdad”, de la barriada La Dehesa.A mediados del mes de enero se dedican páginas enteras, con todo lujo de detalles y declaraciones del juicio oral que se celebra en laAudiencia Provincial por el asesinato de Mr.Lindon y asímismo anuncia que durante el primer cuatrimestre se verán las siguientes causas que afectan a la cuenca minera. Manuel Curiel y otros, por tenencia ilícita de explosivos, Eladio Fernández Egocheaga, por publicación clandestina, Francisco Bascuñana y otro, por excitación a la sedición, Juan Monge Romero y otro por sedición, Eusebio Joaquín Gómez Marín y otros también por sedición.
En la sentencia del asesinato de Mr.Lindon se condena a José Márquez Domínguez a la pena de doce años y un día de presidio mayor, al pago de las asesorías y costes y a la indemnización de tres mil pesetas a los familiares de la víctima.
El 7 de febrero el diario dedica una columna al Dr.Letamendi y al homenaje que se le va a rendir en Riotinto a tan ilustre personaje. El escrito firmado por el “Doctor Onuba” dice al respecto: “El pueblo riotinteño, dando el nombre al gran español a una de sus plazas y colocando una lápida para perpetuar la memoria del médico eminente, realiza uno de los actos más culturales y trascendentes de su historia y así en justicia hay que reconocerlo”, para terminar escribiendo “El Colegio Médico de Huelva, y en su nombre nuestro querido y respetado Dr.García López, en cariñoso telegrama se adherirá al solemne acto que se celebrará en Riotinto en honor de uno de los hombres más ilustres que enaltecieron la Ciencia”.
A cambio de la bonita y andaluza iglesia parroquial de Santa Bárbara que perdió Riotinto como consecuencia de la expansión de la Corta Filón Sur, la empresa inglesa explotadora de las minas “donó” como cicatera recompensa un nuevo templo, de trazado colonial, con su espadaña de ladrillos para colocar las tres campanas y la matraca rescatadas del antiguo templo, aunque recientemente, siguiendo el fatal destino de nuestro pueblo, en cuanto a mutación de paisajes y cosas afectivas se refiere, fue modificado el diseño original, desapareciendo de su figura externa la matraca; que por cierto debió de usarse muy poco, porque cada vez que criticábamos a un amigo o conocido que tenía poca simpatía por el trabajo le decíamos con sorna que “trabajaba menos que la matraca de El Valle”.
Fachada de la Iglesia hace algunos años
Esta iglesia fue bendecida e inaugurada el día 28 de abril de 1917 y “La Provincia” se hizo eco de este hecho escribiendo en sus páginas la siguiente crónica: “El sábado 28, llegó a Riotinto el Cardenal Arzobispo de la Diócesis de Sevilla, Sr.Almaraz, que fue a dichas minas al objeto de bendecir la nueva iglesia de la barriada El Valle y una capilla en la barriada de La Dehesa, donados ambos templos por la Compañía de Río Tinto. En la estación de Las Mallas recibieron al prelado, en nombre de la Compañía, el Dr.García López y el representante don José Sánchez Mora, a quiénes acompañaban su distinguida esposa y su respetable señora madre. En un tren especial, formado por coche-salón y una locomotora, trasladóse el Cardenal a Riotinto, llegando a la estación a las dos y treinta y cinco de la tarde, siendo recibido por las autoridades, entidades sociales y comisiones de niños de las escuelas de la Compañía con sus respectivos profesores. A la llegada del tren, la Banda Municipal tocó la Marcha Real, siendo aclamado el arzobispo por el gentío que le esperaba en la estación de El Coso.
Tras breve descanso en la Casa Grande, donde se hospedará, el Sr.Alcaraz, acompañado de las distinguidas personalidades antes citadas y de los sacerdotes señores Jesús Mora, Manuel González e Ildefonso Carabello, marchó a la nueva iglesia penetrando en ella precedido por la Cruz alzada, del clero y obstentando mitra y báculo personal. El gentío invadía el templo, que tras la ceremonia religiosa de ritual, fue bendecido por el prelado en cuyo momento las campanas echadas a vuelo repicaban anunciando el fausto acontecimiento. Procesionalmente y bajo palio fue trasladado el Santísimo desde la ermita de Santa Bárbara del Alto de la Mesa al nuevo templo. En la procesión figuraban los niños de las escuelas. En el trayecto recorrido por la procesión, el vecindario había instalado altares, mereciendo especial mención los de Marcos Estévez, Antonio Mantero y Cipriano Wert y los balcones de Vista Alegre obstentaban colgaduras.
Una vez instalado el Santísimo en el Sagrario, cantóse un Tedeum, pronunciando después el prelado una muy elocuente plática, bendiciendo después a los fieles.
El domingo día 29 se dijo una misa en la nueva iglesia en la que actuó un Coro compuesto por las señoritas García, de Medio, y las señoras de Morgat, Uribe y García, acompañadas de una orquesta formada por los señores Serrano (Juan, José y Gregorio) y el maestro Berdión. Este mismo día por la tarde, fue bendecida también por el Cardenal la capilla de La Dehesa”.
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