Hoy me tropezé con esta noticia:
Vivienda subvenciona la instalación de ascensores con 466.000 euros:
La Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta rehabilitará y mejorará dos edificios de Minas de Riotinto, tras la firma por parte del delegado provincial, Gabriel Cruz, de los correspondientes convenios con comunidades de vecinos del municipio, con un coste que asciende a 622.000 euros, de los que 466.000 euros serán aportados por la Junta. El objetivo de la actuación es la instalación de ascensores en los inmuebles.
Fuentes de la Delegación de Vivienda en Huelva explicaron que de estos acuerdos se beneficiarán 64 viviendas y que se enmarcan dentro del programa de Rehabilitación Singular de Edificios desarrollado por la Junta a través de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) para mejorar la habitabilidad y accesibilidad en edificios con carencias importantes. Además, las obras generarán 62 nuevos empleos.
A través del Programa de Rehabilitación Singular la comunidad de propietarios podrá realizar, además de la instalación del ascensor, la mejora de la red de abastecimiento de agua, el saneamiento de los edificios y la supresión de humedades. Esta iniciativa permite ejecutar trabajos de reformas como el arreglo de fachadas y la eliminación de barreras arquitectónicas, aunque las ayudas no podrán exceder los 14.000 euros por vivienda.
A esta firma hay que sumar otro convenio de rehabilitación ya suscrito en el municipio y que beneficia a otras 64 familias. Los dos convenios firmados afectan a 128 viviendas del municipio.
Después de leerla no he tenido mas remedio que recordar y hablar de Emilio Zambruno; que hace dos días que nos abandonó.
Emilio fue mi relevo en la comunidad de nuestros bloques de Los Cantos. "Emilio; quitando dos o tres tonterías; la gente lo que quiere es el ascensor. Yo se que que dan subvenciones y eso, pero no puedo ir a ningún sitio a moverme, porque trabajo siempre de mañana": le dije en su día a Emilio; y el me contesto:
"Manué; yo tengo tiempo. Los ascensores los ponemos; ya veras."
Y se pusieron; mejor dicho; Emilio los puso. Luchó por que así fuera.
Hubo problemas; ocurrió lo de las aguas con la cubierta levantada; a el le dio un infarto que casi se lo lleva; pero aguantó.
Ciertamente era Emilio un tio admirable. Al cumplir el año de su mandato; se ofreció a quedarse en la junta de la comunidad de vecinos en la calidad que fuera; secretario, vocal, asesor, etc...Decía el bueno de Emilio que "pa que no se coma el marrón los que entren". Yo me enfade con el; porque al final, se quedo solo, con Nati, su mujer:
"Emilio; le decía yo; aunque tu te quedes, hay que hacer elecciones y que entre alguien más. La gente es muy cómoda y si tu se lo haces ellos ( nosotros) pasaran de todo. Al final lo harás tu todo, y encima criticado". A lo que el me contestaba: " Ya he dicho que el que quiera que se apunte, pero todos pasan. Luego que no vengan con milongas. Además, tengo que conseguir una subvención para el arreglo de las galerías".
Así era Emilio.
Siempre admire a este tío; en serio. Vino de Sevilla y quería a Riotinto como si aquí hubiera nacido. De hecho, aquí descansa para siempre.
En más de una ocasión hemos charlado sobre los problemas de Riotinto y sus posibles soluciones; y tomaba notas " para enterarme bien por otro lado", decía.
Los que le conocimos y le tratamos hemos sentido la perdida de Emilio como la de ese amigo de toda la vida.
Yo me quedo con la sensación y el orgullo de haber conocido a un buen tío; a alguien que veías venir; a ese tipo de persona que te dice las cosas a la cara, aunque te duela; y eso en estos tiempos, es algo difícil de encontrar y algo que hay que agradecer.
Emilio, a tu hija se lo dije el otro día: "Una persona como tu Padre no se va nunca del todo; porque es muy difícil olvidarle". Y así es Emilio; somo muchos los que no te olvidaremos, y esbozaremos una sonrisa al recordarte.
Muchas Gracias por todo, Emilio; por tantos quebraderos de cabeza que te llevastes mientras otros estaban muy cómodos porque tu les solucionabas la papeleta.
Adios Emilio, hasta siempre, un abrazo tio, y cuidanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario