FUENTE: ABC.ES / ESCRITO POR ALFONSO SOTELA.
Junto a Perotti, se ha mostrado ambicioso de cara a la nueva temporada Cuando el entrenamiento acaba, son los primeros en pararse con los fans. Su edad, sus ganas de agradar y su simpatía pueden más que el cansancio acumulado. Quitando fichajes y rumores, los dos, Diego Perotti y José Carlos, son los protagonistas del verano en sevillista. El primero, por su final de temporada y su gol ante el Dépor. El segundo, por su increíble aparición, directamente desde el Sevilla C. Gustosamente atienden a ABC de Sevilla sin reparos, con las botas en la mano y con una sonrisa.
—José Carlos: Bueno, eso de ser los protagonistas…
—Perotti: Tampoco es para tanto, ¿no?
—Hombre, después de cada amistoso siempre se ha hablado de ustedes, de las posibilidades que le aportan al equipo...
—J. C.: Hombre, es cierto que podemos jugar en más posiciones. Y que el míster me da opciones. Estoy contando y tengo la confianza del entrenador.
—Imagino que Diego intentará confirmar lo del final de la temporada pasada…
—D. P.: Ojalá empiece como acabé el año anterior, que la Liga se nos dé como el año pasado.
—Que sean rápidos, desbordantes, que puedan jugar en banda, en el centro, les da más posibilidades, ¿no?
—J. C.: Cualquier jugador polivalente tiene más posibilidades de jugar, pero yo lo que quiero es ayudar. Me da igual dónde. Eso ya lo tiene que decidir el técnico.
—D. P.: Hay una plantilla amplia, con muchos recursos y con bastantes efectivos para hacer una buena temporada, pero está claro que el que puede jugar en varias posiciones tiene mucho más ganado.
—Pelean por puestos similares. Hay competencia entre ustedes.
—J. C.: Pero sana (Risas). Es buena, siempre. Diego Capel, Perotti, Navas, Acosta… eso es bueno y todos nos apoyamos y rivalizamos…
—Sí es cierto que son un grupo bastante unido, ¿no? Al menos es lo que se ve desde fuera…
—D. P.: Todos nos llevamos bien entre nosotros. Aunque luego tengamos grupos más pequeños por afinidades, nacionalidades. Es un grupo amplio y todos nos llevamos genial.
—¿Incluso con los que les llevan la delantera en los puestos?
—J. C.: Claro. De todos aprendemos, de Jesús Navas, de Diego Capel… Que tengamos además poca edad de diferencia entre nosotros nos ayuda a que aprendamos más rápido.
—D. P.: Yo quiero jugar. Me da igual el sitio en el que sea. En el centro, en la derecha, por lo que el tema de la competencia es relativo. Obviamente, son compañeros, amigos y nos llevamos maravillosamente…
—Háblenme del míster…
—J. C.: Yo, hasta el año pasado, no lo conocía, pero sólo puedo tener elogios. Hice la pretemporada con el filial el año pasado y es tal y como lo veis desde fuera. Siempre te aconseja, te pide, te exige, pero te recomienda y te ayuda.
—Está muy encima de los jóvenes, en cada sesión, ¿no?
—D. P.: Ayuda mucho que un técnico esté muy cercano a un futbolista joven. Es la única manera de aprender de los más grandes. Y Jiménez en el Sevilla está dentro de esos grandes.
—¿Se han planteado el futuro? Una cesión, mantenerse en el primer equipo aunque no se juegue…
—J. C.: Yo este año estoy en el primer equipo, pero alternaré con el filial. Intentaré hacerlo lo mejor posible. Cuando esté arriba, para quedarme. Cuando esté en el filial, para volver al primer equipo.
—D. P.: Yo quiero consolidarme, pero antes de ser el año de Perotti, que sea el del Sevilla. Ojalá. Por suerte se consiguió el objetivo y afrontamos una temporada muy dura, con muchos partidos y quiero dar lo mejor.
—Otros, como Alfaro, salieron para coger minutos, goles y regresar mucho mejor formados y con ganas…
—J. C.: Salir cedido era una posibilidad en mi caso, pero tengo contrato y quiero triunfar aquí. El club ha preferido que me quede y yo, obviamente, estoy encantado.
—D. P.: Yo no tengo pensado irme del Sevilla. Es más, espero no tener que irme nunca.
—Lo cierto es que el año de Perotti y José Carlos fue el pasado…
—J. C.: Fue mi primer empujón para ser futbolista de primer nivel. Jugar en Segunda enseña mucho y poder debutar fue lo máximo. Me vino genial el año pasado y ahora espero refrendarlo todo.
—D. P.: En mi caso fue increíble. Y, todo muy rápido. Lo disfruto todo y espero seguir dando lo mejor
—¿Qué esperan a nivel personal de esta temporada?
—J. C.: Jugar lo máximo. Directamente te lo digo. Contar con los minutos con los que pueda disfrutar, aunque sé que es difícil.
—D. P.: Quiero consolidarme, hacerme un fijo. Si tengo que entrar en el segundo tiempo, sin problemas, pero quiero estar siempre presente.
—¿Y del equipo?
—J. C.: Tenemos todas las opciones en las tres competiciones. Llegar lo más lejos en la Champions y pelear por Liga y Copa.
—Los refuerzos ayudarán mucho. ¿Qué tal Zokora?
—D. P.: ¡Qué futbolista! Ayuda mucho a todos, a atacantes y a defensores. Nos aporta equilibrio, posesión de balón y posición. Ayudará.
—Está sorprendiendo este verano que saque todo a balón parado, José Carlos.
—J. C.: Me congratula que el míster confíe en mí y que me dé galones para sacar faltas, córner, todo…
—D. P.: Es que le pega de una forma…
—¿Sería capaz, Diego, de aconsejarle a José Carlos?
—D. P.: No hace falta. Es bastante inteligente para saber diferenciar dónde está y qué tiene que dar en el filial y en el primer equipo. Por eso está aquí, ¿no?
—¿Cómo se definirían el uno al otro en una palabra?
—D. P.: Calidad. Así, directamente.
—J. C.: Uff, complicado… Tiene muchas virtudes… Quizá talento.
—La fama. ¿Cómo la llevan?
—D. P.: Depende de tu educación, de cómo te manejes en la vida, no sólo en el fútbol. Por ser jugador no tienes las cosas más fáciles, son pocos años y hay que estar mentalizados para lo bueno y para lo malo.
—J. C.: Es un privilegio, un sueño. Hay que aprovecharlo al máximo, pero no por eso uno lo tiene todo hecho.
—Por cierto, Río Tinto alucinará con su futbolista, ¿no?
—J. C.: Es un honor que te paren y te comenten, pero sólo soy un chico más de allí que he tenido la oportunidad de jugar en un club grande como el Sevilla.
—Cuando dejan el balón, qué hacen, en qué se convierten.
—D. P.: Somos chicos normales, tranquilos. ¿O no lo parece? (Risas). Un poco de play, de Internet, salir con los amigos a comer. Vivo solo y estoy más tiempo en casa de Fazio y Acosta que en mi casa. Aunque ya sé limpiar, cocinar y todo, eh…
—J. C.: Yo también intento acostumbrarme a hacer cosas que nunca había hecho, pero lo llevo bien. Al menos ahora están mis padres por aquí…
—D. P.: Eso sí es más duro, cuando tu familia está lejos. Se hace complicado…
—Y luego están las chicas…
—J. C.: Ese es otro tema. Bastante complicado... (Risas). Ya sabemos cómo son las cosas…
—D. P.: (Dubitativo) ¿Eso no lo pondrás, no? (Risas)
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