domingo, 24 de mayo de 2009

D. ANTONIO GARNICA; 50 AÑOS COMO SACERDOTE

El alma es ese punto de silencio y calma total en cada persona, es lo más profundo, el punto de encuentro con el Misterio de Dios y la vida. Es donde puede habitar los sentimientos más hermosos, el alma es el reflejo del ser humano.
Cuando el alma “enferma” acudimos a “los médicos del alma”; que son, ni más ni menos, que los sacerdotes. Y hoy, quiero hablaros de un medico de almas, hijo de Riotinto; que no hace mucho cumplió 50 años como sacerdote.
50 años de entrega y trabajo; de constancia, de estudio, y sobre todo de amor…………amor a Dios y a todos nosotros, sus hijos. Y por supuesto, sin olvidar el cariño para con Riotinto. Estoy hablando de D. Antonio Garnica Silva.

Como sabéis, no es que sea yo un ejemplo de practicante, pero en las ocasiones que he tenido de oírle, en la novena pasada, por ejemplo, me transmitió con sus palabras mucha serenidad.
Interesado en este vecino nuestro, pregunto a amigos mios, que creo lo conocen y que pueden llegar incluso a tener algo de amistad con el.
Y de todo lo oído, saco las siguientes conclusiones:
Antonio Garnica Silva es un sacerdote sencillo, honesto, humilde, que ha practicando y practica un apostolado silencioso a lo largo de toda su vida, pero que ha resultado muy fructífero.
Tuvo D. Antonio una niñez normal, como la de los niños de aquellos años; dentro de una familia humilde y sencilla, que recibía un mísero salario por los muchos esfuerzos que realizaban; y cuya aspiración era el dar una buena educación a sus hijos para que se libraran de tener que coger el pico y la pala.
Aquel niño aprendió a leer y a escribir en “las escuelas de la compañía; y dicen de el algunos compañeros que era un crio muy bueno e introvertido que nunca se negaba a participar en lo que se le proponía. Sabía valorar las cosas que tenía en su justa medida y era humilde y solidario; valores estos que sin duda fueron inculcados por sus padres, y que a pesar de su éxitos personales y su, digamos, situación social, no ha olvidado, poniéndolos en práctica siempre.
Era un adolescente cuando sintió la llamada al sacerdocio. Se encontró, al parecer, con la contrariedad de su padre; cosa que quizás fuera normal en aquella época; pero se encontró con la aprobación y el apoyo de su madre e ingreso en el seminario de Sevilla.
A los cinco años de crearse la Diócesis de Huelva, segregada de la Archidiócesis de Sevilla, recibió la ordenación sacerdotal en Trigueros de manos del primer Obispo de Huelva D. Pedro Cantero Cuadrado. Cantó su primera misa en la parroquia de Santa Bárbara de su pueblo natal de Minas de Riotinto ante la presencia de su Virgen del Rosario a la que le ha dedicado magníficas pláticas.

En la imagen, cedida por Carlos Rojas, aquel joven D. Antonio sube por la avenida después de ser recibido por las autoridades civiles y eclesiásticas, banda de música y ciudadanos. El templo ya se encontraba a tope.

D. Antonio agradece el cariño demostrado por sus paisanos ( Foto: Carlos Rojas)
Por su alto nivel de inteligencia y preparación académica se ha relacionado con personas de todos los niveles sociales y muy especialmente con el mundo universitario en el que ha desarrollado una gran labor como profesor y apostolado sacerdotal.

No se exagera cuando se dice que D. Antonio es un riotinteño hasta la médula. Nunca falta a la festividad de la Virgen del Rosario a la que desde niño la amó tanto como a su madre. Amante de la Esquila, la acompañaba todas las noches que podía y grababa sus canciones en aquellos primeros magnetófonos que existían.
Del mismo modo, no exagero ni miento al decir que en la Esquila se le quiere y respeta.



Siempre dispuesto a favorecer a quien le pide ayuda dentro de sus posibilidades. A pesar de sus muchas ocupaciones, nunca ha faltado a la cita de sus amigos de todas las clases sociales para asistirlos en los momentos de alegrías como bodas, bautizos y primeras comuniones, así como para celebrar la eucaristía en sepelios de seres queridos y compartir el dolor. Por cierto; al hilo de esto último, dicen que solo se le vio triste un 12 de Octubre, cuando su buena madre recibía cristiana sepultura.
Siempre se ha preocupado por informarse de la situación laboral de sus paisanos y discretamente ha hecho sus comentarios en lugares donde podían tener eco, lo cual le engrandece aún más, no solo como persona, si no como riotinteño.
Quizás debido a su gran sencillez no se valora en justo grado su grandeza, tanto personal, como en su labor espiritual y docente. Si repasamos el “curriculum” de D. Antonio Garnica, este no deja de sorprender; veamos:
-Catedrático emérito desde el año 2001 en la Universidad de Sevilla.
-Catedrático numerario de Filología Inglesa en la Facultad de Filología de la
Universidad de Sevilla desde 1980 a 2001.
-Catedrático numerario de Lengua Inglesa en la Facultad de Filología de la
Universidad de Santiago entre 1978 y 1980.
-Doctor en Filosofía y Letras (Filología Moderna) por la Universidad de Sevilla desde 1971.
-Licenciado en Filosofía y Letras (Filología Moderna) en la Universidad de Sevilla en 1968, y Licenciado en Teología en la Universidad de Comillas en 1959.
-Diplomado, School of Languages and Linguistics en la Universidad de Georgetown
en 1968.
-Profesor Agregado numerario de Lengua Inglesa en la Facultad de Filosofía y Letras
de la Universidad de Sevilla durante los curso de 1976 y 1978.
-Director del Instituto de Idiomas de la Universidad de Sevilla desde su fundación en
1972 a 1977.
-Asesor del proyecto Expositivo Washington Irving 2009. Patronato de la Alhambra,
Granada.
-Premio de la Real Maestranza de Sevilla de 1968.
-Numerosos libros en el área de Lingüística y del proyecto Washington Irving.
-Editor de numerosas obras, como las distintas ediciones de Cartas de España, El Español o El metal de los muertos.

En fin, amigos, basta con poner su nombre en GOOGLE y volvernos a sorprender.
En sus bodas de oro sacerdotales esta recibiendo halagos y felicitaciones de hermandades, amigos, compañeros, alumnos, etc……
En la pagina web de la Hermandad de Santa Marta (http://www.hermandaddesantamarta.org/index.php?id=282) podemos ver y leer:

El pasado domingo 17 de mayo, al finalizar la Función en honor de Nuestra Señora de las Penas, N.H.D. Antonio Garnica Silva recibió un recuerdo de la Hermandad al cumplirse sus bodas de oro sacerdotales.

Tras recibir la medalla con la imagen del Stmo. Cristo de la Caridad que le entregó el Hermano Mayor, D. Antonio tuvo palabras emocionadas de agradecimiento hacia nuestros titulares y hacia la hermandad por "todos estos años en los que tantas cosas importantes le he pedido al Cristo de la Caridad" y terminó asegurando que "llevaría esa medalla pegada a su carne los años de vida que el Santísimo Cristo de la Caridad quisiera concederle".

Si no recuerdo mal, tendremos la suerte de tenerle entre nosotros muy pronto, en el Triduo de Nuestra Patrona y Alcaldesa Honoraria y Perpetua la Virgen del Rosario; y quizás sea un buen momento para darle las gracias a nuestro paisano D. Antonio Garnica, y será un buen momento para felicitarle por estos 50 años de servicio, trabajo, entrega, dedicación y esfuerzo en su labor sacerdotal y docente.
Termina aquí este pequeño articulo, escrito desde la distancia que da el no conocer a su protagonista profundamente. Me hubiera gustado ahondar un poco más en esta vida que someramente he expuesto. Me hubiese gustado conocer lo que sintió aquel día cuando avanzaba por la avenida para dar su primera misa aquí en Riotinto, me gustaría oir sus reflexiones acerca de estos 50 años; saber que siente al volver a “este pueblo cristiano y minero” en esas “noches serenas de otoño”……………….Pero, como dicen los finales de las buenas historias………”eso es otra historia que contaremos algún día”……………
Mientras tanto: ¡¡¡ Felicidades D. Antonio!!! y gracias por lo realizado y por lo este por llegar.


Mi profundo agradecimiento a quien a posibilatado la creación de este articulo con su amistad y confianza.
Saludos.

2 comentarios:

  1. ¡Felicidades! Manuel Palomo "jepane". Con este artículo, haces justicia a uno de nuestros riotinteños ilustres que supo atender la llamada de Dios sin apartarse de la vida, una vida entregada al servicio de los hombres, preocupado por su formación para bien de la humanidad.
    Debemos estar orgullosos los riotinteños de tener un sacerdote, amigo de todos, maestro y que nunca se ha olvidado de su tierra natal y sus tradiciones.
    Feliz cincuentenario de su ordenación sacerdotal.
    C. Rojas

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    1. Nuestro querido D. Antonio Garnica tiene una placa en su honor en los apartamentos ALDOMI en Matalascañas, donde, durante muchos años, nos daba la misa todos los domingos del verano.
      Un persona muy entrañable y querida.

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