La Cuenca Minera onubense puede enfrentarse en los próximos meses a una de las crisis socioeconómicas más profundas de los últimos tiempos sino se encuentran las medidas oportunas y se buscan solución a los continuos conflictos socio-laborales que están surgiendo a lo largo del año, pero con mayor virulencia desde el verano pasado.
Los alcaldes de los siete municipios que forman parte de la Mancomunidad Cuenca Minera, siete ediles del PSOE y uno independiente del Giner, lanzaron a mediado de octubre la voz de alarma ante la importante crisis socioeconómica que atraviesan los pueblos de la Comarca, agravada aún más por la crisis general que sufre el país.
Los representantes municipales consideraron “de vital importancia” la puesta en marcha de medidas de choque que sean de aplicación inmediata y que ofrezcan posibilidades de crecimiento económico a la zona. Motivo, más que suficiente, por el que solicitaron una entrevista con el delegado provincial del gobierno andaluz, Manuel Alfonso Jiménez, que aún no les ha recibido.
A pesar de recibir todo tipo de ayudas durante los últimos 20 años, sobre todo por parte de la administración regional, la actividad económica de la Comarca no termina de resurgir y continúa catalogada como zona de Actuación Integral Preferente para el Empleo (ATIPE). Razón por la que los primeros ediles creen necesarias una batería de medidas que promuevan el desarrollo económico y reviertan en beneficio de todos.
La Cuenca Minera onubense ha experimentado un descenso de la población de más del 20 por ciento en los últimos años y registra una tasa de desempleo que ronda el 50 por ciento. Actualmente, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia más reciente con el sector agroalimentario, los plásticos y la sanidad, como protagonistas de la crítica situación, lo que agudiza la precaria situación de muchas familias de la zona.
SITUACIÓN POR SECTORES
SECTOR AGROALIMENTARIO
A mediado del tercer trimestre del año, el secretario provincial de CC.OO., José Delgado trasmitía la honda preocupación existente entre los empleados de la empresa hortofrutícola Riotinto Fruit ubicada en El Campillo, actual motor económico de la zona con cerca de 600 trabajadores a su cargo, ante el alarmante descenso de peonadas experimentado durante los primeros meses del presente ejercicio.
Según el sindicato comisionista, la empresa estaba derivando la manipulación y envasado de la fruta a las instalaciones que su grupo posee en el levante español, con el consiguiente perjuicio que eso suponía para los trabajadores de la comarca. Los sindicalistas advertían que la empresa no estaba cumpliendo el convenio agrario que estipula un mínimo de 18 peonadas al mes.
En Nerva, las 30 empleadas de Microssant, empresa dedicada a la pastelería industrial, mantienen desde hace un mes una huelga indefinida en standby para garantizar el cobro de sus salarios tras sufrir en varias ocasiones el retraso del pago de sus nóminas por falta de liquidez del empresario.
La empresa Minicrossant, de procedencia catalana, trasladó su producción hasta la localidad minera hace unos años al amparo de las subvenciones otorgadas por la Junta de Andalucía para nuevos emprendedores. Al igual que esta empresa hicieron otras dedicadas a los transformados metálicos, que creo 60 empleos y resultó un fiasco, y la Residencia Geriátrica María de la Paz que, de las tres ubicadas en Nerva durante los últimos años, parece la única en mantener estable los 60 puestos de trabajo creados.
SECTOR DEL PLÁSTICO
A comienzo del pasado mes, los 80 trabajadores de Tubespa, empresa dedicada a la fabricación de plástico con sede en Minas de Riotinto, ejemplo para sus hermanas homólogas en la zona con alrededor de 200 empleos directos dependientes del sector, mostraban su preocupación por el anuncio de su principal accionista, Cajasol, de deshacerse de la firma a favor de terceros.
La sensación que tienen los cerca de 80 empleados con los que cuenta la empresa riotinteña después de haberse reunido en varias ocasiones con los representantes de Cajasol en las últimas semanas es que no se les está tomando en serio y afirman que seguirán presionando para que Cajasol no se deshaga de su parte en la entidad "sin cerrar un acuerdo que garantice el empleo y los dote de garantías”, comentan.
Esta situación les resulta muy familiar a los trabajadores de Tubespa, ya que sus vecinos de Nature Pack, fue adquirida por nuevos inversores tras la salida de Cajasol de su accionariado y la "tirada de la toalla" del grupo HC, que llegó en 2004 a la empresa.
La "incertidumbre" que vivieron estos trabajadores es "similar", según el secretario provincial de la FIA-UGT, Luciano Gómez, a la que tienen actualmente los compañeros de Tubespa. Hace unos días, los representantes de los trabajadores, Carlos Maniviesa y Raúl Delgado, ambos delegados sindicales de la UGT, se concentraban a las puertas de la Mancomunidad y el Ayuntamiento de Minas de Riotinto, así como de la sucursal de Cajasol en la localidad minera para expresar su profundo malestar por el cariz que está tomando la situación.
SANIDAD
En estos momentos, los trabajadores de mantenimiento del Hospital Comarcal de Riotinto, pertenecientes a la empresa Mantenimiento “Riotinto UTE” del Grupo Ferrovial, se encuentran en pleno desarrollo de movilizaciones en defensa del cumplimiento de su Convenio Colectivo, que a pesar de estar firmado y publicado, la empresa no aplica.
El portavoz de los empleados de la empresa privada que gestiona el mantenimiento del Hospital Comarcal, Antonio Rachón (CC.OO) denuncia que, debido al incumplimiento del convenio han dejado de percibir unos 4.000 euros y una subida del 16 por ciento en sus salarios. “Si esto no se soluciona de aquí a unos días estamos dispuestos a endurecer las protestas sin descartar la huelga”, advertía.
Antes de que estallara éste conflicto, el sector sanitario vivía uno de sus momentos más críticos en la zona con el anunciado cierre del punto de urgencias del Centro de Salud de Riotinto que finalmente se hizo efectivo a pesar de las protestas de los vecinos y las advertencias del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Minas de Riotinto sobre la carga de trabajo que podría suponer para el Hospital Comarcal y el descenso en la calidad asistencial que la medida provocaría en los vecinos de la zona, aparte de la consiguiente destrucción de empleo entre los técnicos sanitarios.
MOVIMIENTOS SOCIO-POLÍTICOS
Ante este panorama, los afectados siempre terminan llamando a la misma puerta, la más cercana, la de la administración local, convirtiendo a los Ayuntamientos de los municipios donde se ubican sus empresas y a la Mancomunidad en sus principales interlocutores, aunque también el organismo supramunicipal de la Comarca vivió en sus propias carnes la revuelta de sus 80 trabajadores a mediado de año por el impago de sus nóminas.
Los representantes de las centrales sindicales de la zona entienden que, esta situación es reflejo de la grave crisis que viene arrastrando la Comarca desde el cese de la actividad minera. Pero también creen que, a pesar de ser una situación anunciada, no se han llevado a cabo auténticos planes de desarrollo y diversificación que amortiguaran el golpe.
Históricamente esta zona supuso una importante fuente de riqueza para la provincia y actualmente el sentimiento que se palpa, tanto en la clase trabajadora en particular como en la población en general, es de abandono, falta de solidaridad y escaso interés por parte de todas las administraciones hacia la Comarca.
Hoy son muchos los que recuerdan como hace 15 años, en una situación similar, los alcaldes de la Cuenca Minera, liderados por aquel entonces por el socialista, José Villalba, se habían encerrado en la sede de la Mancomunidad reclamando la atención de la Junta de Andalucía.
La situación está llegando al extremo de escucharse algunas voces que reclaman un movimiento social ante el descontento, cada vez más generalizado, de la clase política. No es la primera vez, ni seguramente será la última, que se oiga hablar de la creación de una Plataforma Ciudadana en la zona, como la que demandan los delegados sindicales del sector del plástico.
De los siete municipios que forman parte del organismo supramunicipal tan sólo uno es de un signo político al del PSOE que domina por mayoría la Mancomunidad Cuenca Minera. Se trata del Giner, un grupo independiente que gobierna en minoría el Ayuntamiento de Nerva, municipio con mayor número de habitantes de la Cuenca Minera con 6.000 habitantes.
El alcalde independiente de Nerva, Domingo Domínguez cree que la situación es insostenible y que, de no reaccionar a tiempo, terminarán perdiendo la confianza de la gente. “Es inconcebible que el delegado del gobierno de Andalucía no nos haya reunido todavía tras la petición realizada por el presidente de la Mancomunidad para tratar este asunto, pero lo es más que, nos quedemos cruzados de brazos sin hacer nada”, lamenta.
Domínguez ha solicitado al presidente de la Mancomunidad, Vicente Zarza, la convocatoria urgente del Consejo Económico y Social de la Comarca, porque entiende que es el instrumento más adecuado para debatir sobre estos asuntos. “Este órgano tiene que ser la punta de lanza para que todos se tomen este asunto con la trascendencia que merece”, comenta.
Sin embargo, será otra fuerza política diferente a las anteriores la primera en presentar un Plan de Desarrollo Sostenible para la Comarca con el objetivo principal de reforzar su carácter industrial. Así lo acordaron, hace tan solo unos días, los miembros del Consejo Político Comarcal de IU, que analizaron la crítica situación que atraviesa la zona con el Coordinador Regional de la Coalición de Izquierda en Andalucía, Diego Valderas.
El parlamentario andaluz por Huelva se comprometió a presentar en el Parlamento de Andalucía varias enmiendas a los presupuestos generales de la comunidad autónoma para el año 2009 sobre políticas de empleo, desarrollo industrial, sanidad y equipamientos, que abordan básicamente las necesidades de la Comarca.
LA REAPERTURA DE LA MINA PODRÍA CAMBIAR LA CRÍTICA SITUACIÓN
Resulta paradójico que, ante la crisis por la que atraviesa la Comarca, la posible reapertura de la mina pueda convertirse ahora en una vía de escape y aliviar la crítica situación que parece enquistarse en la zona, al estar sus nuevos propietarios en condiciones de inyectar en al mercado laboral 450 empleos directos y otros tantos indirectos.
La Federación Onubense de Empresarios, FOE ha mostrado en varias ocasiones su respaldo al proyecto de la empresa Emed Tartessus para reabrir la mina, al entender que vendría a reactivar no sólo ese sector en particular sino la economía de la comarca de la Cuenca Minera en general, pero la última decisión depende de la Junta de Andalucía.
El inicio de la explotación minera del yacimiento más grande de España supondría, según está recogido en este proyecto, unos beneficios económicos muy importantes para la Comarca, pues aumentaría de forma considerable la tasa de empleados, conllevaría importantes colaboraciones en las acciones de fomento del turismo, incremento del PIB local y contribución positiva en la esfera cultural al poder llevarse a cabo un intercambio cultural con el pueblo Broken Hill en Australia.
Un proyecto, según la FOE, que supone "una apuesta segura", por la capacidad técnica y financiera del propietario-operador, por la comprobación por expertos internacionales de los avales de las presas, por la protección de los derechos de los futuros empleados, por facilitar el establecimiento de otras empresas en la comunidad y por la transparencia en el control medioambiental implicando a la comunidad y a las autoridades reguladoras, que espera el visto bueno definitivo de la Junta de Andalucía.
En suma, entienden que "sería un revulsivo económico y social reiniciar y poner en funcionamiento las nuevas instalaciones mineras si se tiene en cuenta que actualmente la Cuenca Minera se está catalogada como deprimida, con un desempleo galopante, la migración y el envejecimiento de la población". Un escenario que, según los mandatarios del gremio empresarial onubense, "cambiaría radicalmente".
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